28/09/2021 – Hay que remontarse a 2003 para encontrar una relación peor. Si bien el precio de los cortes subió más que la inflación, es más barato que en Uruguay o Chile, por ejemplo.
Un informe elaborado por el investigador Juan Manuel Garzón, del Ieral-Fundación Mediterránea, para la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba (Afic) y la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), muestra la fuerte destrucción que ha tenido el poder de compra del asado por parte de los consumidores locales.
Según datos de salarios del Ministerio de Trabajo de la Nación cruzados con el relevamiento de precios que realiza mensualmente el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en promedio, en lo que va de 2021, un sueldo medio del sector privado formal pudo comprar alrededor de 105 kilos de carne por mes.
De movida, son 22 kilos menos que en 2020 y 34 kilos menos que en 2019. No obstante, el dato más significativo es que “se trata de la relación de intercambio más baja de los últimos 20 años”, remarcó Garzón al presentar el estudio.
En concreto, hay que remontarse hasta el año 2003, cuando el país comenzaba a recuperarse de la crisis posterior a la salida de la convertibilidad, para encontrar una relación menor: 99 kilos.
Ese piso, incluso, se tocó en junio pasado, y luego el indicador se recuperó hasta llegar a 106 kilos en agosto.
Si bien del relevamiento de Garzón se desprende que la carne aumentó más que la inflación en el último año, también esta relación deteriorada se debe al atraso que acarrea el salario con respecto a la suba de precios en general.
En promedio, en agosto el valor de un kilo de carne vacuna se ubicó en 684 pesos, 77,2 por ciento por encima del mismo mes del año pasado, según datos del IPCVA.
En el primer semestre, los cortes subieron a un ritmo del 5,5 por ciento mensual y en los últimos dos meses, tras la implementación del cepo, bajaron levemente en términos nominales, un uno por ciento por mes.
A valores constantes de agosto de 2021, el techo de precios de los últimos 15 años se tocó en junio pasado (738 pesos por kilo) y luego el valor bajó a 684 pesos, un guarismo que sigue siendo más elevado que el promedio de la última década, ubicado en torno a los 600 pesos.
No obstante, de la comparación con valores internacionales surge que la carne no está tan cara, sino que lo que está demasiado bajo es el salario.
Por ejemplo, el precio promedio de 15 cortes medidos en Uruguay está a 8,16 dólares el kilo, mientras que en Argentina esos mismos cortes cotizan a 7,03 dólares, un 13,9 por ciento menos.
Lo mismo sucede si se comparan 13 cortes en Chila, a un valor medio de 11,48 dólares el kilo, contra los mismos en Argentina, cotizados a 8,03 dólares; es decir, un 30 por ciento más baratos.
Agrovoz