Los ovinos piden estabilidad para poder aumentar su aporte de divisas

03/08/2022 – Afirman que la producción en la Patagonia pasa por un momento complejo por razones climáticas y económicas. Los costos aumentan más rápido que el precio.

https://www.ceva.com.ar/Noticias-Eventos/Noticias/Eprecis.-Ceva-Argentina-presenta-el-unico-endectocida-inyectable-con-cero-horas-de-periodo-de-retiro-en-leche

La producción ovina es una de las actividades más federales de la Argentina. Se estima que en el país hay unos 100.000 productores de diversos tamaños y sistemas distribuidos en todas las provincias, aunque el principal bastión se encuentra en la Patagonia, donde constituye en algunos casos la única forma de explotación territorial.

Desde la provincia de Santa Cruz, el productor ovino, directivo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y miembro de la Mesa Ovina Nacional, Marcos Williams explica en diálogo con Clarín Rural que los productores patagónicos están pasando por un momento muy complejo. “Se conjuga una tendencia decreciente en los stocks, el clima con sequías importantísimas y fuertes nevadas, los costos con inflación galopante y el dólar lanero, que se cobra al dólar oficial. A esto se suma la acción de los predadores y la despoblación de los campos”, describe.

Luego remarca que en el resto de las zonas productivas hay un crecimiento, pero que el balance general de los ovinos en el país es de una leve baja de producción. En este contexto macroeconómico, explica, muchos productores que venían haciendo incorporaciones interesantes de reproductores en zonas extra patagónicas están “levantando el caballo y desensillando hasta que aclare”. “En la Patagonia preocupa mucho más porque allí el productor ovino vive del ovino”, añade.

De cara al futuro, Williams afirma que la cadena ovina debería buscar la forma de dar un mayor valor agregado a sus productos y ocupar una capacidad ociosa que tanto en la industria frigorífica como en la textil es muy importante. “La capacidad ociosa de la industria atenta contra el productor en forma de un peor precio. El productor no es formador de precios y no tiene a quién trasladar el aumento en los costos”, dice.

Luego reconoce que el agregado de valor es un trabajo arduo. “Es complejo pero posible y con un gran impacto porque el ovino está en todo el país, hay una enorme demanda de carne ovina y de buenas lanas”.

Entre los desafíos, el más grande según Williams es tener más producción. “Actualmente no hay suficiente oferta para satisfacer la demanda, eso es una gran oportunidad que debemos aprovechar, la pregunta es cómo. Tenemos que aumentar los índices de productividad, tenemos que ir hacia lo que el mundo pide en materia de certificaciones, de cuidado del medio ambiente, bienestar animal, mejorar nuestros suelos, control de predadores, de abigeato, formalización en toda la cadena para poder entrar en un círculo virtuoso…”, enumera, y para cerrar reitera la necesidad de contar con un mejor marco económico, una demanda común a todo el sector productivo argentino.

“La situación macroeconómica y la incertidumbre hacen que nadie se anime a invertir. La ganadería es a mediano y largo plazo, y hasta que estas cosas no se solucionen… El país está necesitando dólares y el sector ovino los genera”, concluye.

Clarín Rural

Ver Más

Radiografía del sector ovino: realidad, desafíos y oportunidades para dar el gran salto productivo

29/06/2022 – La demanda de carne de cordero y lana a nivel mundial está insatisfecha y Argentina podría crecer como proveedora. Pero ¿está preparada?

http://lacesira.net/productos/

En Argentina hay 93.062 establecimientos dedicados a la ganadería ovina que reúnen a un rodeo de 13.347.911 de animales, muy lejos de los 74 millones de cabezas que supo tener a fines del siglo XIX. Hoy, como consecuencia de una menor producción a nivel mundialla demanda de carne de cordero y lana está insatisfecha y eso representa una gran oportunidad para el sector ovejero nacional que tiene mucho para crecer. Pero ¿cuál es la realidad de la producción en el país? ¿cómo se produce? ¿cuáles son los puntos fuertes y débiles del sector? ¿está preparado para asumir nuevos desafíos?

La actividad ovina se realiza en todo el territorio argentino pero con características muy diferentes según la región. La mayoría de los productores son pequeños: hay más de 76.000 establecimientos que tienen menos de 100 animales. Con más de 3.330.000 animales, la provincia de Chubut lidera el rubro, siendo la mayor productora de lana de excelente calidad. En segundo lugar se ubica Santa Cruz con 2.535.000 ovinos, posicionándose a la cabeza en producción de carne de esta especie. En tanto, Río Negro ocupa el tercer lugar con 1.092.000 animales, seguida por Buenos Aires con 1.953.000 (aunque este número representa el 50% del stock real porque hay muchas majadas sin declarar) y Corrientes con 1.018.000.

Producción de lana

Una oveja puede dar en promedio entre 4 y 6,5 kilos de lana sucia en la Patagonia y de 2,5 a 6 kilos en la provincia de Buenos Aires. En las esquilas preparto del sur, las que se realizan entre agosto y octubre, que son un 65% del total, se obtienen normalmente alrededor de 4 kilos de lana. Mientras que en las de postparto, que se hacen en diciembre y enero, se logra un volumen mayor a 5 kilos. Medido en lana limpia, el promedio de todas las ovejas está en 2,5 a 3 kilos por animal.

En la Patagonia se produce lana fina, la de mayor calidad, cuyas fibras tienen un espesor de 19 a 25 micrones. Desde la provincia de Buenos Aires hacia el norte del país, en tanto, se obtiene lana gruesa de unos 28 micrones o más. Esa diferencia tiene que ver con la genética y con la menor disponibilidad de alimento de calidad: a menor comida, más fina la lana. Por caso, la fibra de los animales de raza Corriedale alcanza un espesor de unos 25 a 26 micrones en el sur de Argentina pero en Buenos Aires puede superar los 28 micrones.

Chubut lidera la producción de lana en cantidad y calidad a partir de ovejas de raza Merino. La cotización de esa lana fina varía entre US$ 4 a US$ 8 por kilo, mientras que la lana gruesa se paga solo US$ 2,5 a US$ 3,5 o $ 60 a $ 70 el kilo. En tanto, la lana cruza fina del sur obtiene entre US$ 2,5 y US$ 4,0 el kg, mientras que las gruesas no patagónicas de más de 29 micrones, mal acondicionadas, entre US$0,50 a US$ 0,70 el kilo. Es que las fibras de 26 micrones para arriba tienen una demanda muy restringida a nivel internacional.

En el centro del país la esquila se realiza habitualmente en el mes de octubre y las fibras obtenidas llegan a 28 micrones o más. “Si hacés las cosas bien, generalmente salís hecho. También depende del año, a veces quedás abajo y otra arriba”, contó Jorge Masi Elizalde, productor ovino de la localidad bonaerense de Nueve de Julio. En su zona, se unen con otros ovejeros para hacer esquila conjunta y bajar costos, contratando colectivamente a las comparsas de obreros que se dedican a la tarea y vienen bajando desde el norte.Jorge Masi Elizalde, productor ovino de la provincia de Buenos Aires.

Jorge Masi Elizalde, productor ovino de la provincia de Buenos Aires.

Carne

En Buenos Aires, Jorge cría ovejas Texel, una raza carnicera de carne magra y menor olor, muy demandada. En su campo, maneja una carga de 12 a 35 animales por hectárea. “Compro carneros puros controlados o de pedigree. Hasta hace dos meses tenía 1.100 madres pero vengo de dos años de sequía y me tuve que deshacer de casi la mitad del rodeo, me quedé con 700”, contó.

El período de preñez de la oveja es de cinco meses. Normalmente, los servicios se dan en otoño y las pariciones en primavera. Después del nacimiento, los corderos deben destetarse a tiempo para que las ovejas descansen unos tres a cuatro meses y recuperen su condición corporal antes de volver a ingresar a servicio.

En Patagonia, los primeros corderos salen al mercado para Navidad con apenas 60 días y 9 kilos de peso, pero la mayoría se venden en enero y febrero, con 90 días y un peso promedio de entre 10 y 12 kilos en un año normal. “Este año, por la sequía, el promedio se ubicó entre 9 y 10 kilos”, indicó Miguel Obyrne, un ovejero de larga tradición en Santa Cruz y Tierra del Fuego.Obyrne, un ovejero de larga tradición en Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Obyrne, un ovejero de larga tradición en Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Por su parte, en Nueve de Julio, Jorge vende sus animales a los 50 kilos luego de ocho meses de engorde, dependiendo de la disponibilidad de pasto. Pero otros productores de esa región suelen comercializarlos con 30 kilos, alrededor de cuatro meses después de la parición.

Según explicó, en Buenos Aires “el gran problema es la logística”. Mover las ovejas de un lado a otro “es muy costoso porque en un camión va la mitad del peso que si fuera ganado bovino, por eso, muchos productores recurren a la movilidad propia, a carros que se tiran con camionetas en los que van entre 20 y 50 animales”, dijo.

Otra forma de comercialización es la venta directa a frigorífico. “Se contrata un camión grande que lleva un lote entre 280 y 300 animales en una sola sacada y ahí amortizás algo”, señaló el boanerense. Hace algunos años comenzaron a surgir frigoríficos que compran los corderos y se encargan de faenarlos, trozarlos, envasarlos y comercializarlos. Algunos, incluso, realizan todas las tareas y luego le ponen la etiqueta del cliente. “También hay productores que trabajan a fasón, es decir, entregan el animal y pagan para que se lo faenen, y después retiran la carcaza”, detalló.

“Cada vez hay más oferentes de faena porque se está moviendo el consumo de ovinos, parece que no porque es un crecimiento de hormiga pero la carne va entrando cada vez en más lugares”, destacó Jorge. Por caso, frigoríficos que se dedicaban a la exportación de liebre cuya actividad mermó durante la pandemia debido a la interrupción de la caza de esa especie, se reconvirtieron para faenar ovinos.Producción ovina en Buenos Aires. Foto aérea gentileza Jorge Masi Elizalde.

Producción ovina en Buenos Aires. Foto aérea gentileza Jorge Masi Elizalde.

“Hoy se vende entre $10.000 y $11.000 por cordero a frigorífico. Pero ese mismo animal, si te lo quedás, lo mandás a frigorífico, lo despostás y envasás al vacío, lo podés estar colocando en $16.000 a $24.000, y así y todo estás vendiendo el kilo más barato que el de carne vacuna”, indicó Jorge.

“Yo sacaba los corderos en 50 kilos vivos de los que se sacan 27 de carne y se usan para trozar y poner en bandejas al vacío, pero la mayoría de los productores en provincia de Buenos Aires o el norte del país vende en 30 kilos, al destete, porque no tienen instalaciones, ese es el cordero que se usa para la parrilla más habitualmente”, explicó Jorge. Otros venden directamente en la tranquera, en su campo, para consumo directo y llegan a cobrar $12.000 por animal.

“El precio no conforma mucho pero haciendo las cosas bien, con una alta carga por hectárea, el número cierra”, reconoció Jorge. “Si tenés buenas pasturas y complementás con alguna ración, alomejor, al mismo tiempo que un productor desteta en 30 kilos otro puede estar haciéndolo con 45 kilos”, agregó.

Hoy, los números para suplementar con granos no cierran. “Lo más barato es hacerlo con pasturas con alfalfas y tréboles pero no todo el mundo está preparado ni tiene las hectáreas necesarias para crecer”, señaló.
Hoy los números no cierran para suplementar con grano en la zona productiva norte.

Hoy los números no cierran para suplementar con grano en la zona productiva norte.

En el sur, el 99% de la producción ovina se hace a pasto natural aunque algunos esquemas están empezando a incorporar la suplementación en momentos estratégicos como el preservicio y unos 30 a 40 días antes de la parición. “Es incipiente y tiene la fuerte limitante que los suplementos vienen del norte del país y el costo de flete es igual o superior al valor del alimento”, contó Miguel.

A raíz de que hubo menos producción ovina en el mundo y la demanda es alta tanto a nivel nacional como global, el precio de la carne de cordero se sostuvo alrededor de US$ 5 por kilo gancho (dólar oficial) a productor en la región, “entre $500 y $550 el kilo de carne, cuando en los últimos años el promedio estaba en US$ 3,5 a US$ 4”, remarcó Miguel. “Pero hay un componente mentiroso ahí que es el retraso cambiario”, aclaró. De acuerdo con el productor, este año todos los mercados quedaron insatisfechos.

Santa Cruz es líder en producción de carne de cordero. En Río Gallegos hay tres frigoríficos para exportación de carne ovina habilitados para todos los mercados del mundo y desde allí sale carne con hueso por ser zona libre de aftosa. “En la provincia se faenan 400.000 cabezas hoy, un número muy reducido, hace quince años se faenaban de 600.000 a 700.000, cada vez hay menos producción de carne y de lana, esa es la triste realidad”, contó el productor patagónico.Miguel Obyrne es un gran conocedor de la producción ovina del sur argentino.

Miguel Obyrne es un gran conocedor de la producción ovina del sur argentino.

Desafíos

Para Jorge, uno de los puntos flojos de la actividad ovina en los que habría que trabajar es en blanqueo de las majadas. “El problema es que la mayoría de los productores son muy chicos, con menos de cien animales, y pagar la enorme cantidad de impuestos se les hace inviable, entonces no declaran existencias y venden el cordero en la tranquera de su casa a muy buen precio a gente de alrededor”, analizó.

Otra de las necesidades de los ovejeros del centro y norte del país es la capacitación para mejorar el manejo y hacerlo más intensivo. “Necesitamos mano de obra calificada y por eso se están comenzando a hacer capacitaciones a profesionales, productores y trabajadores de la actividad a través de universidades, el INTA y especialistas en el tema”, contó.

Al norte del Río Colorado, la sarna también se constituyó en un problema a sortear ya que daña la producción y es casi imposible controlarla, por lo cual, algunos ovejeros están abandonando el rubro.

Asimismo, según Jorge, es clave la difusión del consumo de la carne y productos lácteos de oveja, para un crecimiento comercial.

“El mercado internacional está pidiendo bienestar animalcarbono neutro, cuestiones en las que queremos ser punta de lanza, por eso debemos incorporar las buenas prácticas y parámetros de manejo ahora que el sector está en crecimiento para que haya cuidado ambiental y no sean una barrera de comercialización más adelante”, advirtió.La demanda local y global es alta y hay oportunidades para los productores argentinos.

La demanda local y global es alta y hay oportunidades para los productores argentinos.

Oportunidades

La ganadería ovina tiene gran potencial para crecer en producción y muchas oportunidades de multiplicar sus ventas internas y externas.

En la Patagonia, la actividad se realiza en condiciones agroecológicas y sanitarias privilegiadas que habilitan a acceder a los más exigentes mercados internacionales ya que se realiza con alimentación a campo natural y en una zona libre de aftosa.

Otro nicho para la expansión de la producción es la exportación de ganado ovino en pie. “Desde el sur de la provincia de Buenos Aires se iban a vender animales en pie a países árabes a US$ 85 por cabeza pero desde el gobierno nacional le pusieron trabas al comprador, se dispuso que deben faenarse en Argentina y no se pudo hacer”, contó Jorge.

Algo poco conocido pero que ya es una realidad, es la demanda de lana gruesa para su uso como aislante en la construcción de techos y paredes. “Con esas fibras se hace un vellón. Ya lo están pidiendo pero se necesitan volúmenes gigantes de lana gruesa para eso”, indicó Jorge. Esto podría ser una oportunidad para colocar la lana del centro norte del país en forma asociativa, conseguir mejores precios y mejorar la rentabilidad de las empresas.

Para el sur también hay más opciones que ya se están aprovechando. Allí, las ovejas permanecen en promedio cinco años en los campos ya que se van quedando sin dientes por la limadura de la tierra y de la arena, “ahí hay un enorme potencial de animales -entre 40.000 y 50.000- en capacidad reproductiva plena y alta calidad genética que podrían prolongar su vida útil y su valor yendo a poblar otras zonas del país, como Buenos Aires, donde no necesitan tanto diente, usándolas para cruzar con carneros carniceros”, detalló Miguel.

Va a haber años buenos en precio, producción y demanda, hay oportunidades y eso es lo que alimenta las expectativas de los que viven acá por cuestiones históricas, culturales y familiares, que no van a abandonar hasta último momento y van a seguir poniendo el pecho”, subrayó Miguel.

Kitty Vaquero
Clarín Rural

Ver Más

Con un cambio en el menú, las ovejas producen más leche y de mejor calidad

28/06/2022 – Un trabajo de la UBA y la UNLZ halló que un simple cambio en la dieta aumentó el rinde lácteo, el contenido de ácidos grasos saludables y, al mismo tiempo, redujo los costos de las raciones. Buscan generar productos lácteos diferenciados de alto valor nutricional.

https://www.ceva.com.ar/Noticias-Eventos/Noticias/Eprecis.-Ceva-Argentina-presenta-el-unico-endectocida-inyectable-con-cero-horas-de-periodo-de-retiro-en-leche

La leche de oveja es nutricionalmente diferente a las de vaca y cabra, ya que contiene más del doble de grasa y de proteínas. Además, posee un buen tenor de ácidos grasos omega-3, que en estudios con seres humanos mostraron ser eficaces contra ciertas enfermedades. Sabiendo que distintos alimentos pueden mejorar la calidad de esa leche, una investigación de las facultades de Agronomía de la UBA (FAUBA) y de Ciencias Agrarias de la Universidad de Lomas de Zamora (UNLZ) halló que las ovejas alimentadas con forraje fresco muy digestible y cascarilla de soja produjeron 30% más de leche y aumentaron en más del 50% el contenido de ácidos grasos saludables. En un futuro cercano, prevén llegar a los mercados con quesos, dulce de leche y demás productos lácteos con alto valor nutritivo.

“La calidad de la leche depende de la alimentación. Tradicionalmente, los tambos ovinos la producen en base a pasturas y a suplementos energéticos como el grano de maíz. Pero se puede aumentar muchísimo el rinde y la calidad nutricional si cambiamos la dieta de los animales en momentos clave de la lactancia. Por ejemplo, incorporando silaje o heno, o suplementos con fibra de fácil digestión, o modificando la fuente de proteína”, afirmó Florencia Miccoli, docente de Bovinos de Carne en la FAUBA y de Nutrición Animal en la UNLZ.

“Entonces, con el equipo de investigación estudiamos en un tambo ovino el impacto de usar dos suplementos energéticos distintos, como son la cascarilla de soja y el grano de maíz, sobre la producción total de leche y sobre los porcentajes de grasa y de proteína. También analizamos qué tipo de ácidos grasos tiene la leche”, dijo Miccoli, primera autora del trabajo publicado en la revista científica Small Ruminant Research.

Con este objetivo, Florencia adaptó para las ovejas una dieta muy difundida en tambos vacunos. En su experimento, alimentó un grupo de ovejas con un 50% de raigrás —un forraje fresco muy digestible— y un 50% de cascarilla de soja como suplemento energético.

“Al final de la experiencia, las ovejas que recibieron esta nueva dieta produjeron un 30% más de leche que aquellas que comieron la dieta tradicional de pastura y maíz. Y en cuanto a la calidad nutricional, logramos aumentar un 78% los ácidos grasos omega-3 y un 30% los ácidos grasos poliinsaturados”, resaltó la investigadora.

Miccoli también destacó que con 3 vasos de esta leche enriquecida ‘naturalmente’ a través de la alimentación, los niños de 2 a 4 años de edad cumplirían sus necesidades de omega-3, según las tablas de requerimientos nutricionales publicadas en EE.UU. “Podríamos pensar que en un futuro próximo se podrían producir quesos y productos diferenciados sin usar ningún tipo de aditivo, simplemente cambiando las dietas de las ovejas”.

La calidad hace la diferencia

Florencia Miccoli explicó que la calidad de la leche de oveja se puede establecer según su composición química, dada sobre todo por su contenido de lactosa, de grasa y de proteína. Esta leche es bastante diferente de las de vaca y cabra porque las dobla en porcentaje de proteína y de grasa. Además, contiene la variante A2 de una proteína llamada caseína, que es la variante más saludable. Y en cuanto a la grasa, posee gran cantidad de ácidos grasos vinculados a la reducción del colesterol, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares en los humanos.

“Otra forma de establecer la calidad de la leche ovina es a través de lo que perciben los consumidores”, puntualizó Miccoli. “Al igual que con el vino o el café, a los productos ovinos como el queso, el yogur y el helado se los aprecia en paneles especializados de degustación. Allí, evaluadores muy entrenados analizan los flavors de cada producto —o sea, combinaciones específicas entre sabor y olor— y les asignan calificaciones o puntajes”.

Según la docente, las propiedades y la evaluación sensorial hacen que esta leche sea muy apta para generar productos que concentren las mejores características. “Hoy hay tambos ovinos comerciales con potencial para producir lácteos saludables. Por eso, ya se puede pensar en que la Argentina genere productos ovinos con sellos de calidad diferenciada comparables con otros países”.

Nuevas alternativas para los tambos ovinos

Miccoli sostuvo que pudo comprobar a campo los impactos positivos de los cambios de dieta que había detectado en condiciones experimentales. “En aquellos establecimientos en que se reemplazó el maíz por la cascarilla de soja, aumentó efectivamente el rinde de grasa en la leche y bajó el costo de las raciones. Además, al reemplazar parte del pastoreo por silajes, por ejemplo, se liberaron áreas de los campos que quedaron disponibles para otros fines”.

“Otra puerta que se abre es la comunicación con los productores, que están ávidos de incorporar conocimientos, de innovar y mejorar. Por eso, quienes hacemos ciencia y también tenemos llegada a los campos debemos escuchar qué necesitan y quieren, y contarles de la manera más sencilla posible lo que logramos en investigación. Es fundamental trabajar en equipo y lograr un ‘ida y vuelta’ con los productores”, comentó.

“La producción del futuro en los tambos va a ser con datos, datos duros. Es el momento para que los productores aprendan a tomar datos, a manejar planillas electrónicas y a usar bases de datos. De ahí surgirán las mejores decisiones técnicas y económicas como, por ejemplo, si hacer una crianza artificial o no, si sacar unos días antes el cordero, si dar tal o cual suplemento y en qué cantidad, o si el margen bruto será positivo en el primer ciclo productivo o las mejoras serán más a mediano plazo. Todavía creo que no llegamos ni a la mitad de lo que se puede hacer, así que aún hay muchas puertas por abrir”, concluyó Miccoli.

Pablo A. Roset
Sobre La Tierra (SLT-FAUBA) 

Ver Más

Murieron más de 100 ovejas por feroces ataques de perros en una tradicional zona lanera

02/06/2022 – Productores de Maquinchao y la región, en Río Negro, alertaron por el daño que generaron en los últimos 40 días en diversos campos.

http://lacesira.net/productos/

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Los ataques de perros generan cada vez más preocupación entre los productores ovinos de Maquinchao y distintos pueblos de la Línea Sur rionegrina. Solo en los últimos 40 días, más de 100 ovejas fueron víctimas de ataques caninos en esa zona de marcada tradición lanera.

“Esto no es de ahora, ocurrió toda la vida. Pero en este último tiempo la mortandad de hacienda es terrible. En los campos linderos de todos los pueblos de la región sur hay mascotas. Y los dueños no son responsables. Los perros salen a hacer daño por todos lados”, contó a LA NACION Ariel Zgaib, productor de Maquinchao.

Como la situación se ha agravado en los últimos meses, diversos productores se reunieron hoy con el intendente municipal. También participaron del encuentro representantes de la Sociedad Rural, la Secretaría de Producción, Policía, Salud Pública, el Juzgado de Faltas y Educación.

“La intención es trabajar en conjunto. El objetivo es responsabilizar a la gente en el cuidado de sus mascotas. Porque los perros tienen muchos derechos y las ovejas no. Queremos apuntar a una tenencia responsable de mascotas. Si el perro sale a hacer daño a los campos linderos, el perro no está cuidado. Buscamos evitar daños futuros”, explicó Zgaib.

El productor también aseguró que será un proceso lento porque se trata de un cambio cultural. “Hay familias que tienen tres o cuatro hijos, y tienen un perro por hijo. Pero llegamos a un punto en que dijimos basta”, agregó.

Los productores apuntan a los perros de las ciudades que no tienen el cuidado necesario
Los productores apuntan a los perros de las ciudades que no tienen el cuidado necesario

En la reunión también se definió realizar un censo canino en Maquinchao o zonas aledañas, para saber qué razas hay, si los animales están desparasitados, entre otras cuestiones. Diversos productores afectados afirmaron que la mortandad de hacienda ocurre desde hace años: “Es una constante en todos los pueblos de la región. Muerden vacas, matan gallinas. Si las personas tienen perros de razas peligrosas, no deberían poder escaparse de sus casas. Las mordeduras a ciclistas y transeúntes también son una constante”, añadieron.

Si bien las imágenes del flagelo son contundentes, una mirada más atenta sobre la cuestión permite advertir el alcance de los daños. “No solo hablamos de la oveja que muere, sino también de la lana que no podés recuperar, que no podés esquilar, y del cordero no nacido que tenía en el vientre. Todo eso sumado debe dar una pérdida de 2 millones de pesos en esa cantidad de animales”, advierte Zgaib.

Ubicada sobre la ruta nacional 23, 280 km al oeste de Bariloche, Maquinchao ha sido históricamente la zona con más y mejor producción de lana del país. Allí se celebra cada febrero la Fiesta Nacional de la Lana, que se realiza simultáneamente con la Exposición Ganadera de la Región Sur y el Campeonato Nacional de Esquila. La producción lanera es, de hecho, la principal actividad económica de la zona.

“Esta es la segunda zona en importancia a nivel mundial, en relación con la calidad de la lana que se obtiene, después de Australia y Nueva Zelanda. Cerca del 80% de la lana se exporta ‘en sucio’, enfardada en el campo, principalmente a Japón, Italia, Alemania y China”, comentaba hace unos años el productor ovino Héctor Zamborain.

Paz García Pastormerlo
La Nación

Ver Más

La apicultura es una actividad vital para el agro, pero en Argentina está en franco retroceso

20/05/2022 – Además de producir miel, las abejas cumplen un rol clave como polinizadoras. En Argentina la cantidad de colmenas cayó dramáticamente y la actividad se desprofesionaliza.

http://lacesira.net/productos/

Si fuesen de andar festejando, ellas seguramente celebrarían el día del trabajador porque vaya que son laboriosas. Pero resulta que son tan importantes que tienen día propio y cada 20 de mayo (desde 2018) se festeja el Día Mundial de las Abejas. Con su esfuerzo (y el de otros polinizadores) favorecen la supervivencia de cultivos y la producción de alimentos. Un criador de abejas reina y un productor de miel contaron a Clarín Rural cómo están las abejas hoy en Argentina y el mundo y qué desafíos hay por delante para cuidarlas.

“Los apicultores tenemos que trabajar mucho más que hace 10, 15 o 20 años para lograr que las colmenas sobrevivan de un año a otro, esto implica un manejo intensivo en cuanto a alimentación artificial, cambio de reinas, estrategias sanitarias y emplazamiento de las colmenas en lugares con flora apícola que valga la pena”, resumió Martín Braunstein, creador junto a su mujer Sonia Veretoni, de la cabaña Apícola Malka Queens, hace 23 años focalizados en el mejoramiento genético de abejas reina. Y enumera algunas de las causas: “La extensión de la frontera agrícola y la reducción de la ganadería pastoril, junto con el aumento del paquete tecnológico basado en agroquímicos que no siempre son amigables con las abejas, han reducido el territorio apto para la explotación apícola tradicional”.Martín Braunstein y Sonia Veretoni, dueños de la cabaña Apícola Malka Queens.

Martín Braunstein y Sonia Veretoni, dueños de la cabaña Apícola Malka Queens.

Asimismo, al referirse al negocio actual, el de la miel, José Ferrari, productor hace 25 años con 2000 colmenas en la zona de Chascomús, advirtió que están atravesando varios problemas. “Si bien el precio internacional ronda los 3 dólares y no es malo, bajó más de un 10% respecto del año pasado”, contó. Y explicó: “La principal causa es el dumping impuesto por Estados Unidos, que es el principal comprador de miel, el dumping es un arancel que va del 8 al 24% según la empresa exportadora”.

A esto, Ferrari le suma “las grandes pérdidas de colmenas por las excesivas fumigaciones, así como la inflación y la diferencia cambiaria, ya que nos pagan con un dólar divisa y todos los insumos han subido muchísimo”. “Creo que el apicultor a tenido una pérdida de más del 50% de poder adquisitivo este año”, lamentó.
José Ferrari, productor apícola desde hace 25 años con 2000 colmenas en la zona de Chascomús

José Ferrari, productor apícola desde hace 25 años con 2000 colmenas en la zona de Chascomús

La producción de miel es muy sensible y variable. Sin ir más lejos, -según contaba Ferrari-, depende de muchos factores, entre los cuales el clima y los agroquímicos son los más influyentes. “Los rindes promedio están en los 30 kilos de miel por colmena, pero este año con la gran sequía y la ola de calor no superaron los 18 kilos/colmena promedio, casi la mitad”, reconoció.

“Producimos miel de pradera en la zona de Chascomús y sus alrededores, es una miel que, por sus características de color claro y exquisito sabor es una de las más buscadas”, contó Ferrari. La producción se exporta toda a granel, principalmente a Estados Unidos y Alemania.

Entre las cosas en las que han evolucionado como apicultores, Ferrari destacó “la adopción de nuevas tecnologías para hacerle frente a problemáticas que fueron apareciendo, tratamientos sanitarios, suplementación energética y proteica, recambio de reinas y por sobre todo preparar adecuadamente las colmenas para la invernada y prevenir mortandades de colmenas en el invierno”.

Importancia de las abejas

La polinización -la transferencia del polen de las partes masculinas a las partes femeninas de una planta- es vital para la reproducción de las plantas, y el 90% de las plantas con flor reciben ayuda de algún tipo de especie animal polinizadora. En la agricultura, se calcula que aproximadamente un tercio del volumen total de los alimentos que se producen se benefician de la polinización animal.

Son muchos los animales que actúan como polinizadores, desde mamíferos como murciélagos y monos, hasta los colibríes e incluso algunos tipos de lagartijas. Pero los insectos son el principal grupo de polinizadores, siendo las abejas, por lejos, las mayores contribuyentes.

“Las abejas son los polinizadores más importantes, son aquellos que el hombre puede manejar y brindarles una habitación acorde a sus necesidades para sobrevivir y llevar adelante tan importante labor”, explicó José Ferrari. Y agregó: “Cultivos como el almendro, cítricos, arándanos y otros frutales, o sin ir más lejos el girasol, la soja y la colza, dependen mucho del trabajo de polinización de las abejas y aumentan los rindes de estos cultivos considerablemente, por ejemplo, se habla que la producción de almendros depende en un 90% de las abejas”.

“Las abejas son importantes en la producción de alimentos, pues a través de la polinización aseguran la reproducción vegetal contribuyendo a la preservación de la biodiversidad, que está amenazada por el uso indiscriminado de agroquímicos que afectan a las poblaciones de insectos polinizadores”, refirió Braunstein.

Existen más de 20.000 especies de abejas, más del 85% de las cuales son solitarias y no viven en colmenas. El 80% de las especies de abejas silvestres anidan en túneles subterráneos u otras estructuras hechas de barro, resina de plantas, piedritas e incluso caparazones de caracoles. Algunas hasta viven en los nidos que abandonan los escarabajos.

¿Qué puedo hacer por ellas?

Uno de los grandes problemas de la apicultura, lo dicho, es la agricultura y el uso de agroquímicos (sobre todo el mal uso de estos). Una posible contribución que cualquier agricultor podría hacer (no sólo por las abejas sino para cualquier insecto silvestre) es desarrollar hábitats favorables para que vivan estos insectos, con corredores biológicos, hoteles para insectos y sitios donde puedan vivir y anidar.

En los hogares, son buenas las plantas aromáticas, pues las abejas están acostumbradas a ellas, crear barreras naturales, no tocar lugares de anidación y cultivar cosechas atractivas alrededor del campo.

Desafíos de Argentina

La apicultura argentina ha retrocedido respecto al récord máximo de colmenas que tuvo hace dos décadas. “De casi 3,5 millones de colmenas ahora estamos apenas arriba de 2 millones de colmenas y no se ha desarrollado una industria de la polinización que brinde recursos alternativos, dependemos de la producción como única fuente de ingresos”, opinó Braunstein.De casi 3,5 millones de colmenas la Argentina pasó a poco más de 2 millones de colmenas.

De casi 3,5 millones de colmenas la Argentina pasó a poco más de 2 millones de colmenas.

Así, ha disminuido el número de apicultores profesionales y ha aumentado la cantidad de productores que tienen a la apicultura como una segunda actividad complementaria. “En otras palabras, se ha desprofesionalizado nuestra actividad”, lamentó Braunstein.

En este contexto, la producción argentina de miel está estancada debido a la desaparición de flora apícola valiosa. “De casi 100.000 toneladas de miel exportadas a fines de los 90, ahora estamos en un promedio anual exportado de 65.000 toneladas y no veo chances de que este volumen aumente”, expuso el criador.

Miel adulterada, ¿es miel?

“Para mí, el asunto es seguir produciendo miel genuina, miel pura, sin adulteraciones, cumpliendo con la definición de miel, esto es, un producto elaborado por las abejas a partir del néctar de las flores”, dijo Ferrari. Lo dice porque “grandes potencias como China no dejan de vender mieles adulteradas a menor precio tirando para abajo todo el negocio”.

“Argentina tiene un potencial latente, pero dependemos mucho del ambiente donde vivan nuestras abejas, si no se frena un poco con el tema de fumigaciones, con criterios acordes a las buenas prácticas vamos a seguir lamentando mortandades de abejas como en Estados Unidos y Canadá”, opinó Ferrari.

Exportación afectada por dumping

“Estamos sufriendo las consecuencias de sanciones antidumping recientemente impuestas por Estados Unidos que gravan injustamente las exportaciones de miel con derechos compensatorios”, coincidió Braunstein.

Abriendo el juego de lo que ocurre con la miel en el mundo, Braunstein apuntó que “en aquellos países donde la apicultura tiene como principal fuente de ingresos a la polinización como es el caso de Estados Unidos, Chile, Nueva Zelanda y Australia, la apicultura presenta un panorama promisorio, en esos países la producción de miel es importante, pero no lo fundamental”.

El principal problema allí es la falta de investigación y desarrollo de principios activos farmacéuticos para el control del ácaro varroa, “que es la mayor amenaza sanitaria para las abejas”, apuntó Braunstein.

Alerta escarabajo

Para Martín Braunstein, el principal desafío inmediato de Argentina es el reciente hallazgo del 7 de mayo en Paraguay del Pequeño Escarabajo de la Colmena (Aethina tumida), cuya eventual irrupción en Argentina “provocaría una catástrofe sanitaria”. “Todos los apicultores esperamos que el SENASA asuma el desafío para evitar la introducción de esta plaga en Argentina y cuide nuestras fronteras con vigilancia epidemiológica activa y pasiva, con medidas de prevención y no con folletos, que es lo que está haciendo hasta ahora”, advirtió el criador.

Como gran desafío interno, Ferrari manifestó la necesidad de que “todos los apicultores sean profesionales, que todos cumplan con los requisitos básicos de la producción de un alimento, que conozcan la producción apícola en todos sus aspectos: sanidad, genética, nutrición, biología de la abeja, etc”.

A modo de mensaje final, casi una plegaria, Ferrari expresó un deseo: “Esperamos poder seguir viviendo de esto que nos apasiona, pero hoy se hace complicado, más aún para los pequeños productores”.

Juan I. Martinez Dodda
Clarín Rural

Ver Más