03/12/2021 – Los embarques se reducirían de las 800 mil toneladas exportadas este año a 600.000 el año que viene, según el borrador que Agricultura le mandó a los dirigentes del agro. El campo propondrá liberar todo menos los 7 cortes para parrilla y milanesas.

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El cepo a las exportaciones de carne seguirá en 2022 y será más estricto: los volúmenes de envíos al exterior se reducirían 25% respecto de este año, según el borrador que recibió la Mesa de Enlace desde el ministerio de Agricultura y Ganadería que conduce Julián Domínguez.

“El 2021 va a terminar con cerca de 800 mil toneladas exportadas y el Gobierno apunta a que en 2022 sean 600 mil toneladas”, sacó cuentas Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en base a lo propuesto por el MAGyP.

El cálculo se basa en que desde el ministerio plantean “garantizar las exportaciones de cuota Hilton, 481, EEUU, Israel, Colombia y Chile, como así también garantizar la exportación de 1 millón de vacas y toros categoría D y E”.

Ese esquema implica prorrogar la situación actual pero, como entró en vigencia el 20 de mayo, en las cifras del 2022 se “perderían” los buenos números de los primeros meses de 2021, que mostraron un promedio mensual de 75.000 toneladas de res con hueso.

En la segunda parte de este año las exportaciones bajaron por el cepo. Las restricciones se establecieron primero en forma total, y luego con una base de 50% autorizada, más las excepciones referidas. Así, los volúmenes se redujeron hasta 50.000 toneladas en junio y julio. En tanto, entre agosto y octubre promediaron las 65.000 toneladas por mes.La evolución mensual de las exportaciones de carne refleja que este año, a partir de junio, por el cepo, hubo una merma respecto de los volúmenes embarcados en 2020.

La evolución mensual de las exportaciones de carne refleja que este año, a partir de junio, por el cepo, hubo una merma respecto de los volúmenes embarcados en 2020.

De esa manera, si se mantiene el esquema actual durante  todo el año próximo, los embarques reflejarían la reducción de un cuarto respecto del volumen de este año.

La perspectiva no satisface a la Mesa de Enlace, que contraofertará liberar todo menos los 7 cortes más consumidos en el mercado interno (asado de tira, tapa de asado, falda, matambre, vacío, cuadrada y paleta; los primeros 5 parrilleros y los últimos 2 para elaborar milanesas).

“Estamos convencidos de que no faltará carne, por eso proponemos la apertura total de exportaciones”, le dijo a Clarín el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino. Argumentó que “nuestro país produce 3 millones de toneladas de carne vacuna al año y eso permite llegar a un consumo per cápita de proteínas animales de 115 kilos por año, sumando pollos y cerdos”.

Reunión clave la semana próxima

Sobre eventuales protestas, Pino dijo que esperan tener una reunión positiva con Domínguez, que recibirá a la Mesa de Enlace el jueves 9 a las 17 hs. en el ministerio para buscar soluciones consensuadas.

Desde la Mesa de Enlace buscan sumar el aval de las demás cámaras del sector para apuntalar la propuesta de liberación general –excepto los 7 cortes populares- en la negociación con el Gobierno.

De hecho, en la propuesta del Gobierno se plantea la conformación de un Consejo Consultivo, que presidiría el ministro Domínguez con la participación de representantes de las entidades de la Mesa de Enlace y otras de la cadena de ganados y carnes, incluidos los matarifes, y exportadores, entre otros.

Pese a las críticas, Pino se manifestó dispuesto a integrar esa comisión de seguimiento. “Podemos reunirnos cada 3 meses, por ejemplo – sugirió-, e ir chequeando, pero la clave es generar confianza y ofrecer condiciones rentables y previsibles para poder seguir en la actividad y aumentando la producción como quiere el Gobierno”.

Propuesta que por ahora no convence

El borrador oficial propone mantener el actual esquema de “exportación administrada”, con sutiles cambios respecto de lo actual, y pone el acento en mayor financiación para aumentar la producción, “a través del Banco Nación y el Banco de la Provincia de Buenos Aires, con una importante línea de créditos para el fomento de la ganadería con tasas bonificadas por el Ministerio.

Además, el MAGyP se compromete a “acompañar el proyecto de Ley Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador, que otorga beneficios impositivos para la recría y el aumento de kilajes de faena”.

Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria opinó que “es incompatible el estímulo vía financiamiento con una proyección de congelamiento o baja en el precio de la hacienda producto de una regulación de la exportación. Por eso, estamos viendo de qué manera se puede consensuar otro esquema”.

Por ahora, parece un diálogo sin entendimiento de fondo, con los productores que representa la Mesa de Enlace por un lado y el ala de control de precios encarnada por el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti en el otro polo. El ministro Domínguez se ubica en el medio y por ahora parece tener mejor diálogo con el sector privado que con el funcionario de su Gobierno abocado a manejar la inflación.

Al respecto, Pino ponderó su “pragmatismo para demostrar que se ocupa de los temas”. En el mismo sentido, Chemes compartió con Domínguez una exposición en Santa Cruz y coincidió con el ministro en el rechazo a la suba de retenciones que propuso Feletti.

Pero en el Gobierno hay dos visiones en cortocircuito. Mientras la línea de Feletti considera que el camino para controlar la inflación cárnica es restringiendo las exportaciones o aumentando las retenciones, Domínguez busca acuerdos con los frigoríficos que permitan evitar sobresaltos en los precios para los consumidores argentinos, como pasaporte para los embarques.

Nadie se anima a presagiar si primará la visión enfocada en el control de precios en el mercado interno o la de apuntalar la producción, el empleo y los dólares por exportaciones.

Mauricio Bártoli
Clarín Rural