19/07/2022 – La economía de la potencia oriental continúa inestable. Se contrajo y mantiene perspectivas de caída. Pero la producción porcina necesitaría granos forrajeros.
La situación económica sigue siendo un factor importante que influye en todos los mercados de productos básicos, tanto energéticos como agrícolas. El crecimiento económico más lento, los precios altos y las restricciones relacionadas con el Covid han reducido las expectativas de importación de soja de China para 2021/22, según el informe adjunto del Servicio Agrícola Extranjero (FAS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés).
Las importaciones de soja se estiman en 94 millones de toneladas para 2021/22 y 98 millones de toneladas para 2022/23. Si bien se espera que la demanda de harina de soja y aceite vegetal mejore en 2022/23, una mayor producción interna reducirá las importaciones, según el informe adjunto del USDA.
La producción de soja de China para 2022/23 se proyecta superior a 18,4 millones de toneladas en un área plantada ampliada, respaldada por altos precios e incentivos gubernamentales. El área sembrada se proyecta en 9,35 millones de hectáreas, un aumento del 11%.
La expansión proviene del cambio de los agricultores del maíz y, en menor medida, del arroz, que están optando por la oleaginosa. En ese contexto, se observa un crecimiento en la adopción de cultivos intercalados de maíz y soja.
Se espera una recuperación de la demanda de harinas proteicas en el sector forrajero. El consumo de harina de soja representa alrededor del 76% del total de harinas proteicas para uso alimentario.
China compró 8,25 millones de toneladas de soja en junio, un 23% menos que el año anterior, ya que los altos precios mundiales redujeron el apetito por los granos de la oleaginosa, según mostraron datos de aduanas el último miércoles. Importó 46,28 millones de toneladas en los primeros seis meses de 2022, un 5,4% menos que en el mismo período un año atrás, según datos de aduanas.
Entre octubre de 2021 y mayo de este año, las importaciones de soja de China ascendieron a casi 61 millones de toneladas, un 5% menos en comparación con el mismo período de un año atrás. Además, los datos comerciales de los principales exportadores indican otra disminución de las llegadas, de octubre a julio, a casi 76 millones de toneladas, 7,5 millones de toneladas (9 %) menos que el último año, según datos del USDA.
Dado la altura del año y la falta de compras de China, las transacciones recientes cuestionan la proyección del USDA de 98 millones de toneladas en importaciones, en los balances de oferta y demanda mundial que publicaron el martes 12 de julio.
El USDA proyectó la producción mundial de soja para 2022/23 en 391,4 millones de toneladas. En junio, la proyección era de 395,4 millones de toneladas. Las existencias finales se estiman en 99,61 millones de toneladas contra 100,46 millones de toneladas informadas en mayo. El mercado esperaba existencias finales de 99,2 millones de toneladas.
La producción de cerdo es un fundamento clave de la demanda
La producción china de carne de cerdo en el segundo trimestre aumentó a 13,78 millones de toneladas, según datos oficiales, el nivel más alto para el período desde al menos 2015.
A pesar de la previsión de una caída del 36% en las importaciones de carne de cerdo por parte de China, en la segunda mitad del año debería haber necesidad de compras en el extranjero.
Sin embargo, la alta producción de cerdos se produce cuando la demanda es contrarrestada por los repetidos brotes de Covid, que generaron un exceso de oferta y presionaron los precios y las ganancias de los productores.
Más compras a Brasil que a Estados Unidos
Las cargas de exportación de maíz y soja de EE.UU. están por debajo del volumen del año pasado en este momento. El repunte que hemos visto en los futuros es una razón principal de esta caída, pero también hay otro factor: la falta del acuerdo comercial de Fase 1 con China, que compró activamente materias primas norteamericanas cuando la Fase 1 estaba en marcha y, desde que finalizó, se ha alejado de las ofertas.
Con motivo de la falta de acuerdo comercial de Fase 1 entre EE.UU. y China, el país asiático dejó de comprar activamente a EE.UU. y es así, como al mismo tiempo, China ha establecido relaciones comerciales con otros proveedores de materias primas, especialmente Brasil. Actualmente, EE.UU. está trabajando en la construcción de relaciones comerciales con China, incluida la eliminación de algunos aranceles, pero aun así puede ser difícil que pueda capturar este negocio ya perdido.
La falta de demanda se está volviendo cada vez más una preocupación del mercado, ya que han pasado seis semanas sin una venta diaria de soja a China. Incluso con futuros más bajos, la fortaleza del dólar estadounidense limita el interés de los importadores. Sin embargo, las tarifas de flete están comenzando a disminuir, lo que puede beneficiar el programa de exportación.
El crecimiento de los stocks de harina y aceite de soja desde comienzos de marzo ejercen presión sobre los márgenes de procesamiento y los precios de la soja en la Bolsa de Dalian.
Sin una recuperación más consistente en el consumo forrajero en el sector porcino, las existencias de harina de soja siguen siendo muy altas, manteniendo la presión sobre los márgenes de la industria que en este momento son negativos.
Las restricciones relacionadas con el Covid en China, la desaceleración económica y precios más altos de las materias primas han debilitado la demanda china de procesamiento de granos oleaginosos, harina proteica y aceite vegetal para consumo.
El gestor de reservas de granos de China ya ha realizado ocho subastas de soja en el mercado interno, una oferta total de 4 millones toneladas. Sin embargo, la demanda es en promedio un 20% menor para los lotes ofertados, un indicador de baja demanda de parte de las industrias. Esta situación solo puede revertirse con una mejora de los márgenes. Sin embargo, existen dos caminos posibles: una caída en el costo de las materias primas, que dependería directamente del aumento de la oferta y una mejora en la demanda interna en China para alimento animal y consecuente recuperación de los precios de la harina de soja.
Esteban Moscariello
Clarín Rural