14/03/2022 – Publicó una resolución que cierra el registro para exportadores; hace menos de dos semanas, el Gobierno había prometido no afectar las ventas al exterior ante la escalada de los precios.
El Gobierno suspendió hoy las exportaciones de harina y aceite de soja, dos de los principales productos de exportación de la Argentina en valor, que el año pasado trajeron al país US$12.105 millones y 7101 millones de dólares, respectivamente. La medida se conoció a través de una orden de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agricultura que conduce Julián Domínguez. Según trascendió, la decisión se tomó para subir las retenciones en ambos subproductos, que tributan un 31%, al 33% al igual que paga el grano de soja. Con esta suba de las alícuotas, el Gobierno recaudaría US$410,2 millones extra con estos dos subproductos.
Se trata de dinero al cual recurre para enfrentar importaciones en un momento de escasez de dólares, pese a que la exportación ingresó un nivel récord de divisas en 2021 con US$32.807.933.377, y en medio de la invasión de Rusia a Ucrania que disparó los precios de las commodities.
Hace menos de dos semanas el Gobierno había prometido no cerrar las exportaciones ni subir las retenciones ante la escalada de los precios de los granos.
Lo hizo el mismo ministro de Domínguez en una conferencia de prensa. “No va a haber cierre de exportaciones y no va haber aumento de retenciones. Son decisiones que el Presidente definió como eje de trabajo y son tareas que me delegó. Hay que despejar incertidumbres y miedos, estamos muy seguros de lo que estamos haciendo”, indicó el funcionario en ese momento. Inclusive, el viernes pasado, cuando circularon rumores de incrementos de los derechos de exportación al doble para trigo y maíz -hoy tributan 12%- voceros de Domínguez se encargaron de negar cualquier incremento de la carta de las retenciones.
La última semana, en Expoagro Domínguez hizo una fuerte defensa del campo, con lo cual en ámbitos de la producción sorprendió la medida tomada hoy con el cierre “hasta nuevo aviso” del registro para exportar harina y aceite de soja. En un muy buen clima de negocios, Expoagro dejó negocios por US$1500 millones. Paradójicamente, en marzo de 2008, luego de una exposición también con mucha actividad y en medio de precios de los granos también tonificados, a los pocos días el Gobierno subió retenciones con la resolución 125 dando origen a una pelea con el campo que duró cuatro largos meses.
En octubre de 2020, necesitado en que lleguen más dólares, el Gobierno había bajado de 33 a 31% las retenciones al grano de soja y del 33 al 28% para los subproductos de ese grano. La medida fue por tres meses. El grano de soja luego volvió al 33% mientras los subproductos del complejo quedaron en el 31% que ahora se subiría. La industria aceitera siempre defendió tener un diferencial con el argumento de favorecer la industrialización.
En un mensaje por la red social Twitter, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) expresó que el aumento de los derechos de exportación “es totalmente contrario al interés exportador de la Argentina”.
La entidad consideró que “además de ser ilegal, va a afectar el ingreso de divisas y el empleo en el cordón #agroindustrial”.
Ciara anunció que, con la suba de los derechos de exportación a la harina y al aceite de soja, “pone fin a los fideicomisos de maíz, trigo y aceite, puesto que cambia las condiciones de comercio exterior”.
El fideicomiso de trigo y maíz estaba destinado a subsidiar la venta a precios bajos en el mercado interno de harina 000 y fideos secos a raíz de la suba de los precios internacionales de los granos de los últimos meses. El fideicomiso de aceite, en cambio, fue establecido en 2020 para subsidiar la venta de aceite de girasol en el mercado interno.
El presidente de Ciara, Gustavo Idígoras, dijo a LA NACION que “la justificación del ministro de Economía, Martín Guzmán, es que la agroindustria tiene que pagar la cuenta del gas importado”.
Sobre el efecto que tendrá el incremento, el titular de Ciara señaló: “El impacto en la industria es muy negativo porque pone en riesgo 20.000 puestos de trabajo y pone en riesgo el ingreso de divisas de la Argentina que, a partir de abril, empieza a brindarle las únicas divisas genuinas que tiene el Gobierno”.
Para Idígoras, “aumentará la capacidad ociosa de la industria, así que las condiciones de empleo son muy negativas a partir de esta decisión”, expresó.
Impacto
De acuerdo a Lorena D’Angelo, analista de mercados de la consultora AZ Group, con un incremento de la alícuotas del 31 al 33%, que se descuenta hará el Gobierno para la harina y el aceite de soja, la recaudación por retenciones subirá en 410,2 millones de dólares.
En rigor, hasta el momento se venía estimando para ambos subproductos un aporte por derechos de exportación de US$6358,2 millones. No obstante, de producirse en las próximas horas el aumento de las tasas se pasaría a US$6768,4 millones.
Según la analista, con la suba de los derechos en los subproductos la industria tendrá menor capacidad teórica de pago a los productores en US$16 por tonelada. En este sentido, esa capacidad bajará de US$485 a 469 dólares por tonelada.
Fernando Bertello con la colaboración de Cristian Mira
La Nación