14/03/2022 – Los gobernadores de Córdoba y Santa Fe plantearon su preocupación por la decisión. Legisladores nacionales comparten el rechazo.

mailto:radio@sectoragropecuario.com

CÓRDOBA.- La decisión del gobierno nacional de cerrar el registro para exportar harina y aceite de soja que podría derivar en la suba de los derechos de exportación de ambos productos no sólo generó la reacción de entidades agropecuarias, sino que provocó que gobernadores y legisladores nacionales salgan al cruce con posiciones críticas. Entre los que se pronunciaron están el cordobés Juan Schiaretti y el santafesino Omar Perotti, mandatarios de dos provincias claves para el campo.

El cordobés tiene una relación distante con la Rosada, pero Perotti es cercano; sin embargo ambos también compartieron el rechazo cuando la Nación decidió ponerle un cepo a las exportaciones de carne. Entre Ríos se sumó en esa oportunidad.

A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, Schiaretti expresó su rechazo: “Perjudica la producción cordobesa y va en contra del ingreso de divisas que son necesarias para nuestro país”, argumentó.

También Perotti usó esa red social para dar su opinión. “La suspensión de las exportaciones de harinas y aceite de soja frenará el ingreso de las divisas que necesita el país. Se debe tener cuidado con incentivar a la desindustrialización. Lo que necesitamos es agregar valor, generar empleos y lograr inversiones”.

El jefe de Gobierno porteño, Horario Rodríguez Larreta fue otro de los que cuestionó la medida. Dijo es una “pésima noticia el cierre de exportaciones de aceite y harina de soja, así como el potencial aumento de retenciones”.

“Esta decisión errónea, tomada justo después del despliegue fabuloso que fue Expoagro, termina funcionando como un alerta a todos los que quieran invertir en nuestro país: si te va bien, el gobierno se va a asociar para sacarte una parte. Esto no construye, no es el camino”, señaló.

Legisladores

Los legisladores empezaron a sumar sus rechazos. El presidente del Interbloque Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez insistió en que “hay que cuidar al campo, no exprimirlo. Hay que impulsarlo, no frenarlo ni detenerlo. El complejo agroindustrial argentino es el sector con mejores condiciones para darle una salida a la crisis argentina”.

Los diputados nacionales del bloque Córdoba Federal plantearon que suspender la exportación de harinas y aceite de soja es “insistir en recetas probadas en su fracaso” que “desalienta la producción y frena el ingreso de divisas”. Agregaron que, en el escenario mundial, el complejo agroindustrial es “reserva estratégica por el volumen y el rápido impacto que puede generar”.

La Mesa de la Producción de Córdoba -integrada por una docena de entidades empresarias- analiza que si esta suspensión luego apareja una suba del diferencial de retenciones para esos subproductos se estará “nuevamente ante un incremento de la carga estatal a las cadenas productivas”.

“La presión fiscal es un desincentivo para la producción y, en este caso particular, para un sector generador de divisas genuinas. Las suspensiones de exportaciones, por otro lado, restan previsibilidad a un sector altamente competitivo”, añadió.

El comunicado cierra con que la suspensión de exportaciones y la posible quita del diferencial de retenciones es una señal que “afecta a una industria que aporta valor y genera empleo. Asimismo, desalienta cualquier evaluación de potenciales inversiones tanto en este sector como en cualquier otro ya que sigue alimentando la incertidumbre y la inseguridad jurídica”.

Gustavo Santos, diputado nacional del PRO por Córdoba, indicó: “Son capaces de cualquier cosa en pos de mantener esta fantasía de que podemos seguir como si nada, gastando mas, premiando con subsidios y planes a quienes no lo necesitan”.

“¿Hasta cuándo contra el campo? El gobierno nacional es una máquina de impedir. La salida adelante del país exige exportaciones para el ingreso de divisas y se hace todo lo contrario. Viven en un país en donde al que trabaja quieren ponerlo patas para arriba hasta sacarle la ultima moneda que se le caiga del bolsillo”, graficó.

Más repercusiones

Todo el bloque de Juntos por el Cambio en la Unicameral de Córdoba presentó un proyecto de ley en el que solicita “el rechazo inmediato del cierre de las exportaciones” porque, según su entender, “afecta y atenta de manera directa contra los cordobeses”.

“Tenemos sobradas experiencias en nuestra historia productiva y económica que demuestran que este tipo de medidas termina por ser contrario al interés exportador de nuestro país”, señaló Orlando Arduh, presidente del bloque. “No sólo afecta el ingreso de divisas, a los empleados del cordón agroindustrial, sino que además pone fin y complejiza los fideicomisos de maíz, trigo y aceites, puesto que cambia las condiciones de comercio exterior”, agregó.

“Una medida arbitraria, sin consenso alguno con las provincias productoras que perjudica gravemente a una de las principales matrices productivas de nuestra provincia que se traduce en pérdidas de fuentes de empleo, tan necesarias en los tiempos que debemos afrontar y en un desincentivo para la inversión y el progreso de nuestra región”, añadió.

En el ruralismo sigue el malestar también por la medida. “Estamos preocupados por estas contradicciones del Gobierno, que un funcionario promete una cosa, y sucede lo contrario. Si se confirma el aumento de las retenciones, no queremos que se traslade a precio y lo pague el productor, somos el eslabón que no puede trasladar los ajustes de precio en la cadena productiva”, dijo Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

La Bolsa de Comercio de Rosario se sumó con un comunicado en el que indica que la medida anunciada generará un “mayor costo para las exportaciones del complejo agroindustrial presionando a la baja el valor que se podría pagar por la soja”. Plantea que a eso se suma una importante sequía que afecta a la presente campaña “en donde la difícil situación por la que atraviesan muchos productores ha llevado a que varias provincias tuvieran que declarar la emergencia y/o desastre agropecuario”.

“Afecta directamente al polo de procesamiento de soja ubicado en el gran Rosario, actividad clave para diversificar los mercados de destino de la principal fuente de exportación de nuestro país evitando de esa forma la dependencia de unos pocos países compradores de grano de soja”, agregó.

La entidad sostuvo que es necesario remarcar que para lograr “un incremento en la actividad productiva, el desarrollo de nuevas inversiones, mayores niveles de empleo y una mayor generación de exportaciones y divisas es necesario contar con un óptimo marco jurídico y reglas de juego estables de largo plazo”. En esa línea, indicó que la medida tomada “de ninguna manera ayudará al logro de esos objetivos ni favorecerá ese círculo virtuoso que sólo puede concretarse cuando un país –como parte de una estrategia de desarrollo consensuada- decide producir e invertir más en el campo y la agroindustria. Solo con una mayor producción e inversión se conseguirá una mayor equidad y una mejora en los niveles de ingreso”.

La Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (Fecacera) también rechazó la medida y la catalogó como “una señal negativa tanto para esta cadena de valor, como para todo el sector productivo”. Advirtió sobre una posible suba de las retenciones para esos subproductos: “Nos encontramos nuevamente ante la voracidad fiscal en detrimento de la competitividad de una cadena productiva esencial”.

Gabriela Origlia
La Nación