24/01/2022 – La producción ganadera de base pastoril es muy sensible a los cambios del clima. Los sistemas productivos son afectados, tanto por las variaciones estacionales de temperatura, como por las lluvias. En tiempos de déficit hídrico gastamos mucho tiempo mirando a los pronósticos, nos cargamos de estrés y también ponemos muchas expectativas en que la situación se revierta. Sin embargo, hay mucho que podemos hacer “porteras adentro” antes, durante y después de una sequía. En este articulo compartimos algunas reflexiones y sugerencias de manejo adaptativo.
El manejo adaptativo frente a las sequías tiene cuatro pilares fundamentales: i) evaluar la vulnerabilidad; ii) monitorear el estado del pasto y los animales; iii) preparar al sistema de producción para una situación de déficit hídrico; y iv) mitigar los efectos de la sequía.
1- Evaluar la vulnerabilidad
Los sistemas ganaderos ubicados sobre suelos superficiales tienen escasa capacidad de almacenamiento de agua (Figura 1). Estos suelos en pocas semanas pueden pasar de saturados a secos. Pero, también importa y mucho, el estado de los sistemas de producción. Un predio que arranca una primavera sin pasto “en el rojo de la regla” es mucho más vulnerable que otro que la inicia “en el verde” con un nivel adecuado de forraje. Una planta sobrepastoreada produce menos forraje y tiene menos raíces, quedando muy débil para enfrentar un periodo de falta de agua.

2- Monitorear el pasto y los animales
El forraje es la principal materia prima para la producción ganadera en Uruguay. El monitoreo con la regla verde (Figura 2) permite estimar el stock y la calidad del forraje. En este video desarrollado por INIA https://youtu.be/Z20BTOzWIAw te explicamos las bases del monitoreo. Los resultados del monitoreo son estratégicos para tomar decisiones de manejo tales como: asignar el pastoreo de lotes de animales con diferente demanda; planificar el orden de pastoreo en módulos rotativos; suplementar a las categorías más demandantes y ajustar la carga de animales a tiempo para afectar lo mínimo posible a las máquinas de producir (las vacas de cría y el campo natural).
El color hace la diferencia. Si logramos que los campos de Uruguay que están en rojo pasen al verde, mejoraría el ingreso predial y con ello varios puntos del PBI, se incrementaría el resultado ambiental de los sistemas de producción, y sobre todo los productores dormirán más tranquilos en tiempos de sequías.

3- Preparar el sistema para las sequías
La realización de diferimientos y bancos de forraje son estrategias para anticiparse a las sequías. Trasladar forraje en pie desde octubre a enero es un excelente manejo para preparase frente a una posible sequía. Diferir forraje no es solo cerrar un potrero y ponerse a dormir, sino que hacerlo bien implica elegir a los potreros más adecuados, hacer un manejo previo para minimizar la pérdida de calidad y aplicar un plan para utilizar el pasto después. Un paso más evolucionado para anticiparnos a una sequía es la confección de bancos de forraje. Un banco de forraje es un diferimiento de forraje en pie con un mayor nivel de intervención. Para lograrlo se utiliza a la fertilización y/o al riego, con lo cual se puede transformar a cada gota de agua en pasto de una forma muy eficiente. En este video https://acortar.link/8bBaKc Luis Donazar nos muestra a su banco de forraje en el predio Las Tres Marías en el departamento de Tacuarembó. Otra forma de prevención es invertir en agua y sombra en los potreros. El agua de calidad debe ir a donde están los animales y no al revés.
En Uruguay, muchos predios están aumentando las subdivisiones y también tienen agua en cada parcela, ésto mejora la capacidad productiva, pero no olvidar de que también aumenta el déficit de sombra.

4- Mitigar los efectos de la sequía.
Cuando ocurre una sequía, el manejo debe orientarse a mantener la máquina de producir funcionando. Esta situación implica tomar decisiones tácticas para que las vacas queden preñadas y evitar al mínimo el sobrepastoreo de los recursos forrajeros (Figura 4). En esta etapa es crucial acoplar las decisiones de manejo animal con las del pasto. Por un lado, hay que evaluar si conviene suplementar a las categorías animales más demandantes, y por otro lado, hacer un diagnóstico de la actividad ovárica nos da información clave para decidir si es necesario realizar destete precoz o temporario, y en función de ello podemos reagrupar a los animales en los diferentes recursos forrajeros. Y por supuesto que llego la hora de utilizar el forraje diferido. Acá en este video Mauricio Guggeri https://acortar.link/ZGoY87 nos cuenta los resultados de sus diferimientos iniciados en Octubre 2021 en la Estancia el Charabón en el departamento de Salto.

Las sequías serán más o menos bravas, y es altamente probable que sean muy frecuentes. Entonces, hay prepararse con tiempo, y adaptar los sistemas de producción es el mejor remedio para este mal. El periodo actual de emergencia agropecuaria por déficit hídrico nos va dejando la enseñanza de que hay productores que aplicaron tecnologías de manejo que le van ganando a la sequía. Este partido recién comienza, ojalá que muchos productores puedan prepararse para ganar el campeonato.
Si te interesa el tema nos encontramos por ZOOM el 26/01 en el Ida y Vuelta para hablar de déficit forrajero: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSc1C10J5a1whvsbM5QlEu2rcCRVEPXmFvwB36BznNKyCGrSqA/viewform
Martín Jaurena (INIA-Uruguay)
Foro Rural