28/10/2021 – Los fertilizantes y herbicidas mostraron fuertes incrementos, lo que deterioró la rentabilidad del sector.
Un informe privado de la Consultora AZ Group asegura que el aumento de precios en los fertilizantes y herbicidas deterioró la relación insumo producto para la cosecha 2021/22. Es que se combinaron una serie de factores internacionales que generaron una fuerte suba de los insumos y eso tiene y tendrá impacto sobre los planteos agrícolas.
Jeremías Battistoni, que se desempeña como Analista de Mercados para AZ Group, aseguró a Ámbito que “las empresas más organizadas compraron insumos, pero los productores más pequeños trabajan sobre la fecha y son los que están comprando ahora”. El panorama no parece ser alentador, ya que según Battistoni “la relación insumo – producto ya no va a mejorar. Estamos atravesando la peor relación a nivel histórico. Con la recuperación de los valores de los granos, los insumos tomaron la misma tónica y eso complicó la ecuación. Aún si hubiera una baja global en el valor de los fertilizantes o herbicidas, como Argentina es tomadora de precios no los aprovecharía a corto plazo, porque desde que se hace un pedido hasta que efectivamente eso llega al productor, podrían pasar hasta tres meses, por lo tanto habría pasado el período de aplicación y ya tendría que pensar en la próxima campaña”.
Si bien la situación es preocupante, quienes anticiparon las compras de insumos sin dudas sortearon estos inconvenientes. Enrique Erize, titular de la Consultora Novitas aseguró a Ámbito que “los valores actuales de la urea son un problema, por lo tanto quien no compró va a tener dificultades”.PUBLICIDAD
Todo esto ocurre en un contexto de precios de commodities agrícolas que buscan recuperarse tras los mínimos valores alcanzados en octubre en el mercado de Chicago. Según Ariel Tejera, Responsable del Dpto. de Análisis de Mercados de la corredora Grassi, “lentamente quedaría atrás la presión típica de la época de cosecha”. El analista aseguró a Ámbito que “en EE.UU. se proyectan muy buenos volúmenes de producción y se estima recomposición de stocks en soja y maíz. Al mismo tiempo, en Brasil la siembra de soja avanza con clima a favor y expectativas de un volumen histórico. No hay que descartar precios firmes, pero quizás algo alejados de los máximos de este año”.
Otro dato a tener en cuenta surge del informe que emitió el pasado 12 de octubre el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), quién estimó la producción argentina de soja en 51 millones de toneladas. Con un año que repite fenómeno climático “La Niña”, es altamente probable que esa cifra no se logre. Erize recordó que “en años así, nuestra producción de soja cayó entre 10 y 15 millones de toneladas, por lo tanto si bajamos a 40 millones, eso podría representar una tendencia alcista”. Un escenario de éstas características podría amortiguar la compleja relación insumo – producto planteada para quienes no hayan sido precavidos o no hayan podido hacer frente a la compra de insumos cuando comenzó el año.
En medio de las dificultades del comercio global y la volatilidad de los mercados, en el plano doméstico todos los sectores productivos miran de reojo el comportamiento del dólar informal y esperan con gran expectativa el resultado de las próximas elecciones legislativas.
Según Erize, la ampliación de la brecha cambiaria podría generar en los productores cierta retracción a la venta, al menos hasta mediados de noviembre. “Creo que si gana el oficialismo, no tendrá que sentarse a negociar con la oposición y eso podría generar incertidumbre en los mercados. En cambio si el Gobierno no hace una buena elección estaría obligado a negociar y eso traería algo de paz a la economía”. Con estos datos se toman muchas decisiones económicas en un sector que cuando termine el año habrá aportado más de 32000 millones de dólares a la balanza comercial.
Daniel Aprile
Ambito