20/12/2021 – Agricultura trabaja en un esquema con aportes de exportadores que cobrarán empresas transformadoras de esos cereales; superaría los $14.000 millones.
El Gobierno se encuentra trabajando en un fondo que sirva para compensar a las empresas que usan trigo y maíz como insumos en la elaboración de sus productos. Según el detalle de un primer borrador que ya se hizo, se compensaría el costo de 3,13 millones de toneladas de trigo y 1,5 millones de toneladas de maíz. En valor, serían más de $14.000 millones. Llevados a productos finales, el Gobierno apunta a subsidiar así ventas de harina, fideos, pan y pollo.
En rigor, circuló un borrador que indica que el sector privado exportador debería hacer un aporte de US$150 millones, pero según pudo saber este medio se están haciendo modificaciones y armando la estructura legal que, al final del proceso, posiblemente deje la cifra en otro número.
Para la constitución de los aportes del sector privado está descartada una suba de las retenciones, según averiguó LA NACION en el Ministerio de Agricultura, aunque se están analizando “diversas alternativas”.
Hace unas semanas, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, habló de subir los derechos de exportación o crear un fideicomiso para “desvincular” los precios internos de los externos. En trigo y maíz las retenciones están en el 12% y por la ley vinculada con la emergencia de 2019 el Gobierno tiene margen para llevarlas al 15%. Sin embargo, en Agricultura dan por descartada esa posibilidad.
En tanto, la iniciativa que se está trabajando en Agricultura, denominada “Fondo Anticíclico Agroalimentario”, tiene puntos de contactos con la intención de la segunda alternativa planteada por Feletti.
Según lo que trascendió con el borrador, todos los exportadores de trigo, maíz y subproductos elaborados deberán aportar a ese fondo anticíclico. Este servirá para hacer compensaciones de precios internos -en el primer escrito se menciona entre enero y noviembre último-. Cumplido el mes, las empresas de consumo masivo recibirán los fondos. Deberán demostrar ventas acordes a las compensaciones recibidas.
En el gobierno de Cristina Kirchner ya hubo compensaciones que pagó el Estado a feedlots (engordadores de hacienda a corral), empresas molineras y avícolas, entre otros rubros. Más allá de que se pagaron unos $11.000 millones, terminaron en un fuerte escándalo de irregularidades con denuncias de firmas que se armaron para cobrar fondos.
Productos beneficiados
De acuerdo con el primer borrador que ya circuló, con el fondo anticíclico serían alcanzados los siguientes productos: bolsas de 25 kilos de harina de trigo, paquetes de un kilo de harina, paquetes de fideos secos por 500 gramos y el pollo entero.
Desagregadas por cultivos, para trigo las compensaciones rondarían unas 3,13 millones de toneladas del cereal (la molinería demanda unos seis millones para el consumo interno). En detalle por productos, se compensarían el equivalente a 2,060 millones de kilos de pan francés para el consumo interno, 222 millones de paquetes de harina de trigo 000 de un kilo y el consumo de 530 millones de paquetes de fideos de 500 gramos. La Argentina cerrará este año con una cosecha de trigo superior a los 20 millones de toneladas.
En cuanto al pollo, se compensaría, siempre según el detalle del primer borrador, 400 millones de pollos enteros por año. En toneladas, se habla de compensar 1,5 millones de toneladas de maíz sobre una producción de 60 millones de toneladas.
Llevados a fondos, siempre aclarando que en Agricultura dicen que se están haciendo ajustes sobre el mecanismo y los números, por trigo se compensarían $12.400 millones y por maíz, $2245 millones. Entre ambos suman $14.645 millones. Aunque el número podrá variar cuando se conozca la versión final de la resolución.
Esta medida se suma a la formalizada el viernes pasado en el Boletín Oficial, en la que el Gobierno dispuso “volúmenes de equilibrio” que la exportación no podrá superar para garantizar el abastecimiento interno de trigo y maíz.
Según la resolución 276 del Ministerio de Agricultura, las declaraciones juradas de ventas al exterior de los exportadores no podrán exceder los “volúmenes de equilibrio” fijados por el Gobierno. En tanto, ya alcanzado el 90% de los mismos se activará un mecanismo por lo cual los exportadores deberán justificar la mercadería comprada y los barcos nominados.
Entre otros, ya están informados los siguientes volúmenes de equilibrio: 12,5 millones de toneladas para el ciclo 2021/2022 de trigo. Para el maíz, en tanto, se determinó que hasta tanto se sepa el volumen a cosechar el volumen de equilibrio 2021/2022 es de 25 millones de toneladas.
Fernando Bertello
La Nación