30/07/2021 – El rinde promedio del maíz subió 27 qq/ha; la soja solo 6 quintales. El trigo recibió algunos milímetros en el este: el 75% de los lotes están muy buenos pero empieza a marcarse la falta de agua.
¿Cuánto crecieron los rindes de soja y maíz en las últimas 10 campañas en la región?, se preguntan los especialistas de la Guía Estratégica para el Agro en su último informe. Así, «el maíz le saca una vuelta de ventaja a la soja”, dicen los ingenieros del oeste de Córdoba.
Y no están muy equivocados: al tomar la rindes promedios de la región y tratar de moderar el efecto del clima en la serie, los resultados muestran que los rindes maiceros crecieron casi el doble que los de soja. Se trabajó con la recta de regresión para limitar la variación climática. Al observar la tendencia, la diferencia de pendiente salta a la vista: en 10 años el rinde del maíz creció 27 qq/ha; la soja solo 6 quintales. El maíz creció en 10 años casi un 35%; la soja, poco más del 18%. De ahí que se pueda concluir, que los rindes del maíz crecieron casi el doble (1,9) que el de la oleaginosa en el periodo analizado. La formación del rendimiento depende de múltiples variables, pero es notorio la mejora genética y la respuesta a la inversión tecnológica que muestra el cereal.
¿Cuál es el punto más débil de la soja?
Menores márgenes netos frente al maíz, coinciden en señalar en la región. Es que los márgenes reflejan todas las demás problemáticas: malezas, menor progreso genético y retenciones. En Bigand dicen: “los maíces logran con facilidad 100 qq/ha. Con fertilización balanceada logran 120 qq/ha, cuando en soja estamos estancados en techos de 45 a 52 qq/ha. Se suman los problemas de malezas difíciles, tratamiento con fungicidas, para EFC (enfermedades de fin de ciclo) y casi 2 aplicaciones contra insectos… Todo esto aumenta costos de producción”. En Pergamino lo explican así: “la soja está muy agredida por la alta presión de malezas. Especialmente, yuyo colorado y en menor medida Rama Negra. En la campaña 2020/21, la sequía la afectó muchísimo. Que haya posibilidades de tener otra “Niña” renueva esta amenaza”. En Cañada Rosquín señalan la carga fiscal: “el principal punto son las retenciones: la de soja casi triplica a la de maíz. Sumados a los impuestos posteriores, posicionan al sistema agrícola en una actividad de alto riesgo, en especial para el pequeño productor”. Las encuestas de esta semana siguen afirmando una caída para la próxima siembra de soja de entre un 5 y un 10% de área para la región.
BCR News