11/11/2021 – Desde el Centro Regional INTA Entre Ríos estudiaron el caso y aportaron información para dar cuenta del origen de la problemática.
El maíz es un producto característico del suelo entrerriano, especialmente en la zona sur, con cercanía a los puertos Del Guazú y el complejo agroindustrial que compone el puerto Rosario. Con el boom de los commodities, no solo la soja fue protagonista en estos pagos en el mercado exportador, sino también la carne aviar. Cuando medimos en exportaciones, en el año 2004 la carne de ave representaba el 28% de las exportaciones de soja y, para el año 2012 la superaba en un 16%.
Valores y cantidades exportadas de carne de ave y la soja comparativamente entre el año 2004 y el 2012.
Un verdadero ejemplo de generación de valor agregado de la materia prima que se dio en un periodo de crecimiento económico; se transformó el maíz, junto con otros insumos, en pollo. Pero no todo crecimiento necesariamente se lo puede considerar 100% desarrollo económico, concepto que se adquiere en los primeros cursos de economía.
La avicultura creció y crece no solo en cuantía sino en calidad; el primero de los concepto hace referencia a la producción y exportación del producto que se puede evidenciar haciendo “zoom” satelital sobre ciudades como Concepción del Uruguay, Colón o, en la costa del Paraná, Crespo donde se observa ciento de galpones parrilleros y de huevo, sino que también en termino de calidad ya que existe un know-how que hace que el producto sea reconocido en el mundo ya que Entre Ríos exporta a más de 30 destinos.
Pero la cuestión en este artículo se centra más en el maíz, que en la avicultura; y esta introducción sirve para dar cuenta de la problemática que existe hoy y que se desprende de cualquier ciclo de crecimiento: “el maíz entrerriano se exporta el 70% de lo que se produce”.
Para tener una magnitud de lo que se está hablando; en el año 2019 la cosecha de maíz fue de más de 1.300.000 toneladas y el 70% tuvo destino exportador, y la demanda anual de maíz del sector avícola fue de 1.316.000 toneladas, sin contar la de otras actividades importantes en la región como lo son la ganadería y la cría de porcinos.
Esta situación derivó en la conformación de una mesa del maíz, convocada por el Gobierno de Entre Ríos, con los diferentes actores intervinientes (asociación de productores, acopiadores, frigoríficos e INTA), alertados por el gran número de camiones que provenientes de otras provincias para abastecer la demanda de maíz de la avicultura en los periodos de escasez local.
Desde el Centro Regional INTA Entre Ríos, junto con los Ing. Martín Ganges y Alejandro Curto, estudiamos el caso y aportamos información para dar cuenta del origen de la problemática: “los productores liquidan el maíz en el periodo abril-junio ya que el precio internacional muestra su mayor cotización en términos anuales”.
Como se ve en la figura 1, el maíz entrerriano esta bendecido por el ciclo del precio ya que a partir de junio empieza a ofrecer maíz Brasil (segundo exportador mundial) y en octubre aparece la cosecha de EEUU, principal productor mundial.
Evolución del promedio mensual del precio -U$S- de la tonelada de maíz en el periodo 2015-18.
Como se ve en la gráfica, el trimestre abril-junio bendice a la cosecha entrerriana con los mayores precios, entonces, ¿qué incentivo puede tener un productor en acopiar el grano para venderlo en agosto a U$S/t 139?.
Este dato es fundamental para entender por qué el 70% de la producción se exporta, sumado a la necesidad de liquidez de los productores para iniciar la nueva siembra y el costo de acopio. En promedio, el Estado debería subsidiar U$S/t 24,6 si quiere que el productor retenga el maíz para comercializarlo durante todo el año al sector avícola; de lo contrario, el productor se estaría perdiendo la oportunidad de venderlo a U$S/t 167 en junio y aprovisionarse a un costo de U$S/t 139 en agosto.
Propuestas como incrementar la superficie sembrada de maíz o incrementar retenciones para abastecerá al mercado interno, queda demostrado que, en Entre Ríos, no generará ningún impacto debido a que la estructura del mercado internacional hace que el maíz entrerriano sea bendecido con los mejores precios al momento de su cosecha.
Matías Martínez
Centro Regional Entre Ríos INTA
Clarín Rural