Eduardo Macchiavello, de la compañía que denunció el faltante de parte de la hacienda que apareció en un campo del exgobernador de Tucumán, criticó que no advirtiera esa situación.

28/04/2021 – El impactante caso de las 3500 cabezas que una firma denunció como desaparecidas de un establecimiento en Santiago del Estero adonde las había llevado para engorde podría comenzar a cerrarse esta semana. Luego de los realizados la semana pasada, se esperan nuevos operativos orientados a ubicar más hacienda faltante.

Ya se recuperaron 1300 de los animales en cuestión y en los próximos días habrá nuevos allanamientos en diferentes establecimientos agropecuarios de Santiago del Estero y Santa Fe. Las firmas San Eugenio SA, El Tránsito SA y el 38 SA denunciaron el faltante desde los campos de Óleos del Centro (ODC) en Santiago del Estero, propiedad del detenido Luis Magliano, que ofrecía el servicio de engorde.

El dato relevante es que la mayoría de los animales recuperados fueron localizados en campos propiedad del exgobernador de Tucumán y actual senador nacional por esa provincia, José Alperovich. Los allanamientos se iniciaron en el establecimiento “La Galesa”, situado en Pozo Hondo, y prosiguieron en el paraje Bandera Bajada, al norte de la provincia santiagueña, al límite el Chaco.

Sin embargo, ningún responsable de los campos de los Alperovich fue detenido. En su momento, Daniel Alperovich, hijo del político y socio gerente de “La Galesa”, había dicho: “Nosotros teníamos un vínculo comercial con Magliano y nos pagó una deuda, con ganado. Todo documentado y registrado por el Senasa. Evidentemente fuimos estafados. La fiscal que lleva adelante la causa nos refirió que presuntamente ese ganado no era de propiedad de Magliano”.

Las investigaciones están a cargo de la Dra. Mariela Bitar de Papa, del Ministerio Público Fiscal santiagueño. “Ella tiene la información hacia dónde fue la hacienda. Espero que sigan apareciendo los animales. Hay 240 terneros en un establecimiento del centro sur de Santa Fe que también serían nuestros. Estamos atentos a la investigación”, comentó a LA NACION Eduardo Macchiavello, CEO de Haciendas San Eugenio, una de las firmas que integra el mismo grupo afectado. Macchiavello, que además es CEO del laboratorio Roemmers y presidente de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), valoró el trabajo de la fiscal y sus colaboradores.

“Cuando confirmamos el robo de la hacienda, en los primeros día de enero (de este año), hicimos la denuncia penal. ODC, en cambio, no hizo ninguna denuncia que le faltara hacienda. Nosotros fuimos los únicos que dijimos que nos faltaba. Ahora dicen que también a ellos les robaron. El caso de los Alperovich es parecido. Ellos sabían que tenían hacienda nuestra y no hicieron ninguna denuncia. Resulta llamativo que en el caso de los Alperovich nadie esté detenido. Mil cabezas estaban en campos de ellos. Pero es tema de la fiscalía. No voy a opinar al respecto”, subrayó el empresario.

Apuntó que se necesitan más controles en el sector. “El manejo de hacienda no es muy transparente. Mucha gente se beneficiaba de la forma en que se desarrollaba esta actividad. Los robos se sucedían porque no se hacían muchos controles. Era como aceptar que ‘si te robo 50 o 200 animales, no pasa nada’. Ocurre que esta vez los números se dispararon y además se metieron con un jugador grande. Queremos pensar que a partir de esto se transparente el sistema con más controles. Todos los terneros nuestros son de marca líquida, son primera señal en la oreja, primera marca. Después, el que roba cambia la caravana (en la oreja). Hoy se pone una marca sobre otra para que no se pueda identificar. Está bien organizado ese tramo del delito”, dijo.

Agregó: “No se puede argumentar que a los animales se les cayó el botón sino que directamente no lo tienen. Ninguno hizo la denuncia penal porque le faltaba hacienda. Ahora, para defenderse, dicen que se están dando cuenta. Y si a los animales les sacaron la caravana es porque no eran de ellos. También debería haber más tecnología que la actual para tener una verdadera trazabilidad, para identificar el animal desde que nace hasta la faena. Siendo la Argentina un país ganadero, deberíamos tener todo esto”.

Por su parte, Hernán González, representante legal de las empresas denunciantes, remarcó que “los terneros que salieron de los campos de las tres firmas damnificadas eran de marca líquida. Por lo tanto, todo lo que se diga no tiene ningún asidero porque nunca se transfirieron. Las caravanas no son de ODC. A las de mis clientes las hicieron desaparecer”, apuntó.

José E. Bordón
La Nación