Perspectiva Agroclimática 2020/2021 en el área Agrícola del Conosur
Estado del sistema climático
El rasgo distintivo de la temporada 2020/2021 son los fuertes vientos polares que inundan el hemisferio sur con una masa de aire frío y seco, que produce frecuentes descensos térmicos por debajo de lo normal, al mismo tiempo que reduce las precipitaciones, no sólo sobre gran parte del Cono Sur, sino también sobre el Sur de África y Australia que, por esta causa vienen sufriendo intensas sequías (Figura Superior).
Adicionalmente, los vientos polares impulsan la corriente marina fría de Humboldt hacia el Ecuador, enfriando la Costa Americana y el Océano Pacífico Ecuatorial, dando un cuadro muy similar a un episodio de “La Niña”.
Afortunadamente, los vientos Alisios, que son el factor que genera los episodios fuertes de “La Niña”, se mantuvieron débiles, retardando su desarrollo de “La Niña”, e impidiendo que el proceso tomara rasgos más severos.
Durante Enero, los vientos polares redujeron su actividad, al mismo tiempo que “La Niña” inició su proceso de disipación, permitiendo que los vientos del trópico llegaran al interior del cono Sur, produciendo precipitaciones generales abundantes, que repusieron la humedad en los suelos de la mayor parte del área agrícola.
Durante lo que resta de la campaña 2020/2021, “La Niña” completará su disipación, cesando sus efectos negativos, pero es probable que los vientos polares se reactiven, al menos parcialmente, volviendo a hacer sentir sus influencias negativas sobre el interior del área agrícola del Cono Sur.
Verano 2021: Re análisis de enero y perspectiva para febrero y marzo
Gracias a la reducción de la actividad de los vientos polares y a la disipación de “La Niña”, los vientos del trópico pudieron penetrar hasta el interior del Cono Sur, llevando lluvias abundantes a la mayor parte del área agrícola. Enero y febrero, “La Niña”, continuará debilitándose, pero es probable que los vientos polares se reactiven, al menos parcialmente. Por esta causa, el régimen hídrico observará un comportamiento moderadamente inferior a lo normal, mientras el régimen térmico se mantendrá cerca de la media, pero con frecuentes escensos térmicos. Febrero observará una marcada concentración de las precipitaciones sobre el norte del área agrícola, con focos secundarios sobre el oeste y el sur, mientras gran parte del centro-este registrará precipitaciones moderadas a escasas, que reactivarán la sequía.
• Marzo observará una distribución de precipitaciones parecidas a Febrero, por lo que el entro-este del área agrícola continuará registrando faltantes de humedad. las altas cuencas del Paraná y del Paraguay recibirán lluvias moderadas a abundantes, que incrementarán gradualmente sus caudales, aunque sin alcanzar sus niveles normales.
Otoño
El otoño 2021 mostrará un escenario neutral desde el punto de vista del ENSO (Ni “El Niño” ni “La Niña”), pero los vientos polares volverán a hacer sentir su influencia, reduciendo las recipitaciones sobre la mayor parte del Cono Sur, de manera que sólo su porción nordeste seguirá recibiendo vientos húmedos del trópico. La disminución estacional de la radiación solar y temperatura reducirán La disminución estacional de la radiación solar y temperatura evapotranspiración haciendo que los suelos conserven parte de la humedad recibida durante el verano, pero el interior del área agrícola sufrirá una gradual pérdida de sus reservas. Paralelamente, se reducirán las precipitaciones en las altas cuencas de los grandes ríos Paraná y Paraguay, por lo que sus alturas volverán a entrar en disminución, manteniéndose por debajo de sus niveles normales.
Conclusiones
El funcionamiento de la atmósfera ya se encuentra firme, de manera que cabe esperar que lo que resta de la campaña 2020/2021 mantendrá un escenario con fuertes oscilaciones térmicas precipitaciones algo inferiores a la media, pero suficientes para el desarrollo de los cultivos. Con respecto al posible escenario para la campaña 2021/2022 cabe mencionar que las versiones sobre un segundo episodio consecutivo de “La Niña”, difundidos por algunos centros internacionales, como la NOAA de los EE.UU. son algo prematuras, por lo que convendrá continuar la vigilancia hasta tanto se cuente con indicadores confiables.
Ing. Agr. Eduardo M. Sierra
Especialista En Agro climatología
Bolsa de Cereales de Buenos Aires