Con medidas restrictivas solo se logrará que se faenen animales más livianos reduciendo la oferta, con menos peso por animal faenado.

La intencionalidad política de relacionar las exportaciones y los precios internacionales con el incremento de precios internos (Alberto Fernández dijo que “el productor de carne tiene la posibilidad de vendérsela al carnicero o vendérsela a China a un precio enorme”) y la inflación amerita un análisis acerca de cuánto impactan las exportaciones de carne en la formación de precios de la carne consumida en el país y las consecuencias de restringir las exportaciones.

La principal diferencia con la carne destinada a la exportación es que se origina en categorías de animales con pesos totalmente diferentes a la demandada para el mercado interno.

Las exportaciones, con las particularidades de cada mercado, se puede agrupar por aquellos que demandan carne de mayor calidad (premium) de aquellos que priorizan precio (commodity)Ads by

  • Para mercados premium, mayoritariamente con destino a gastronomía, se demandan cortes generados en reses cuyos pesos excedan los 240/250 kg, que se generan en alta proporción en la categoría novillo. Se paga más por animales cuyas reses promedien entre 260 y 280 kg.
  • Para mercados de commodity, la carne se genera en animales que en su gran mayoría son descartados del proceso reproductivo, tanto hembras (vacas) como machos (toros).

El mercado interno, por el contrario, demanda animales más livianos y jóvenes. A la inversa de lo que ocurre para la exportación, se pagan más caros los animales que generen reses más livianas, alcanzando los mayores valores aquellas que promedien entre 170 y 200 kg res.

Dentro de este mercado se puede diferenciar a las carnicerías, que demandan las más livianas, y los supermercados que ofrecen carne en bandejas, que admiten reses algo más pesadas, pero con límites muy por debajo de lo requerido por la exportación de calidad

La diferenciación de categorías es tan grande que, salvo en los límites de pesos entre ambos destinos con volúmenes poco representativos, que no hay competencia en la formación de precios cuando se venden para uno u otro destino.

Para el caso de las exportaciones es importante destacar que China, que participó con el 75,4% del volumen total exportado, llevó mayoritariamente carne generada por faena de vacas y toros, con algunos cortes de la categoría novillos, básicamente garrón, brazuelo y tortuguita, muy depreciados en el consumo interno.

Los otros mercados, principalmente Europa, Israel, Chile y EE. UU., llevaron la gran mayoría de los cortes correspondientes a la categoría novillos.

La información utilizada para esta nota es la publicada por el Ministerio de Agricultura, por ello resulta poco entendible que se siga insistiendo con relacionar a las exportaciones de carne vacuna con la suba de los precios de la carne destinada al mercado interno y en pretender bajar estos precios aplicando restricciones a las exportaciones cuando se trata de categoría de animales claramente diferentes.

De tomar las medidas mencionadas por el Sr. Presidente solo se logrará que se faenen animales más livianos reduciendo la oferta (menos peso por animal faenado) y bajando el valor de los animales descartados de la actividad reproductiva, desestimulando la producción de terneros y, por ende, reduciendo los stocks.

Resultados que lamentablemente ocurrieron cuando se tomaron las mismas medidas a principios del 2006 y que nos llevaron a perder 10 millones de cabezas, miles de puestos de trabajo, paralizando inversiones y perdiendo miles de millones de dólares en exportaciones.

Víctor Tonelli
La Nacion