31/05/2022 – Uno de cada cuatro dólares que ingresan a las arcas nacionales proviene del campo. Las cadenas agroindustriales son las que contribuyen con más divisas.
El aporte de las cadenas de la agroindustria al Producto Bruto Interno (PBI) nacional creció de 24,1% a un 25,6% en el término de un año, la segunda participación histórica más alta, desde 2004 a 2021, por encima del 22,9% promedio de ese período, según el informe anual elaborado por FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina).
“El aporte de las cadenas agro sobre el PBI nacional creció en 1,5 puntos porcentuales desde 2021. Las cadenas agroindustriales aportan 1 de cada 4 dólares del PBI, lo que equivale a 105.091 millones de dólares, es la actividad que mayor aporte genera”, aseguró Nicolle Pisani Claro, economista de la entidad.
Evolución del aporte del agro y contribución por rama. Fuente: FADA,
El PBI de las cadenas agropecuarias y agroindustriales incluye muchos eslabones que intervienen para producir, transportar, industrializar, comercializar y exportar alimentos y demás productos agropecuarios.
Dentro de esas cadenas, las principales ramas de actividad que aportan al PBI son la comercial con el 25,9%, la producción de alimentos y bebidas con un 24,7%, agricultura con 19,2%, ganadería 8,4% y servicios conexos 6,3%.
Para poner en contexto, al agro le siguen en importancia la actividad comercial mayorista, minorista y de reparaciones (13%), la industria manufacturera no agropecuaria de productos como autos, prendas de vestir, maquinarias, etc. (11,7%), la actividad inmobiliaria (10,6%) y salud y educación (10,5%), de acuerdo con la especialista.
Agrandar más la torta
“Las cadenas agroindustriales tienen potencial para crecer, aún más en un contexto internacional que demanda y paga más por lo que producimos y exportamos, como granos, carnes y productos de las economías regionales”, subrayó David Miazzo, economista Jefe de FADA.
Para los técnicos de la entidad, es necesario lograr estabilidad macroeconómica y reducir la inflación, la emisión monetaria, el gasto público, la presión fiscal y las trabas burocráticas, así como alcanzar una mayor inserción internacional y disponibilidad de crédito accesible y de largo plazo a fin de aprovechar el contexto.
“Para lograr un país con mayor desarrollo se necesita del campo y su industria, pero también del resto de las industrias, el comercio, los servicios, la energía, el turismo y las actividades relacionadas a la economía del conocimiento y para eso es necesario generar el contexto propicio a nivel nacional para que tengan el marco adecuado para crecer y generar mayor actividad económica con sus efectos positivos: más empleo, más inversión, más generación de divisas, etc.”, advirtieron los economistas de FADA.
“Podemos pensar al total de la actividad económica como una torta: unos trabajan para el trigo, la leche, los huevos, el azúcar; otros convierten productos en harina, dulce de leche, crema, manteca; otros se encargan de que funcione la electricidad y el gas; otros venden y transportan esos productos. Cada uno de esos actores es clave en la producción de esa torta de todos los argentinos. Un PBI más alto es bueno para todos, porque significa una torta más grande, que permite que la porción que nos toca a cada uno sea también mayor”, explicó Pisani Claro.
Un mayor aporte al PBI contribuye al desarrollo nacional, al aumento del empleo y la disminución de la pobreza. Fuente: FADA
“La única forma genuina de generar más trabajo y mejores salarios es produciendo más. Mientras mayor sea la producción mayor será el nivel de empleo y de salarios. Por eso, se insiste en que se deben aplicar medidas que incentiven una mayor producción y exportación, no políticas que la desincentiven, como pueden ser un derecho de exportación o una restricción a las exportaciones”, sostuvo la economista.
“Cuando la economía crece, la gente consume más, el Estado recauda más por impuestos entonces puede gastar más, alguien que tiene una empresa y ve que las ventas crecen puede querer aumentar la producción e invertir. A la vez necesita más trabajadores para producir más, entonces se generan puestos de trabajo y podríamos seguir. Así funciona básicamente la economía”, concluyó.
Del valor que produce la producción primaria en Argentina, un 49% es valor agregado, indicaron desde FADA, el dato echa por tierra el concepto erróneo de que la producción primaria no genera agregado de valor.
Kitty Vaquero
Clarín Rural