12/08/2021 – Las campañas electorales debieran ser el espacio de propuestas y programas concretos que modifiquen el cuadro de decadencia por el que atraviesa la Argentina presente; Para ello resulta indudable contar con un diagnóstico certero y libre de prejuicios.

La información que circula sobre la propuesta de un aumento de la presión fiscal, muestra el grado de dispersión existente entre la realidad productiva y el afán recaudador de un Gobierno, que cree, que, destruyendo capital, quitando renta y sosteniendo emisión y gasto público, solucionará los gravísimos problemas económicos y sociales que estamos padeciendo.

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Aún, las estadísticas más conservadoras, nos muestran que con un grado de presión fiscal de los más altos del mundo se han agravado los problemas de pobreza e indigencia de nuestra sociedad. Ello habiendo pasado en dos décadas, de tener la presión tributaria del 19,3% de PBI al 33,8% en promedio país. En el mismo periodo el gasto público creció de 27 al 47% del PBI.

Asusta que no se tome debida conciencia, que son, el trabajo privado y la educación los motores de desarrollo que se deben incentivar, necesitamos inversión privada, capaz de crear empresas, generar empleos y alimentar el circuito virtuoso de la economía.

No tenemos dólares y cerramos exportaciones, no tenemos inversión privada y proponemos nuevos y más altos impuestos, es tiempo de mirar para atrás y ver hacia dónde nos llevó esa política económica, los índices sociales, cualesquiera de ellos son suficientemente demostrativo, que, ese camino lleva al fracaso, a la pobreza y al estancamiento económico.

Si quienes se postulan a ocupar cargos en el Congreso de la Nación, quieren trabajar en buscar soluciones, escuchen y comprendan al entramado socioeconómico del presente y advertirán que tanto la presión fiscal como el régimen laboral, son las determinantes para que no podamos recuperar la fuerza empresaria que requiere el presente.

Las Pymes se funden, día a día, las empresas más grandes se marchan del país, es tiempo de mirar lo que realmente sucede y no de generar expectativas falsas sobre un futuro que jamás llegará ahogando al sector productivo privado.Desde Confederaciones Rurales Argentinas, reclamamos conocimiento y responsabilidad al momento de realizar ofertas electorales, destinadas estas, a debilitar, aún más, la débil estructura productiva, que ha resistido a la pandemia, a la voracidad fiscal y a la inoperancia política.

Confederaciones Rurales Argentinas