03/02/2022 – Ex director de la mayor empresa argentina del sector, regido con una ley de hace casi medio siglo, cuando la soja casi no existía, tendrá el desafío de renovarlo.
“Soy radical, nunca voté al peronismo, pero me convocaron para algo sobre lo que estoy seguro que sé y que necesita mejorar, por eso a acepté”, dijo Obdulio San Martín, un protagonista central del desarrollo de la soja argentina y su proyección internacional, semillero argentino en el ámbito privado, que aceptó conducir el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y está en funciones desde este miércoles.
No fue designado oficialmente como presidente del INASE por dificultades en el cumplimiento del cupo femenino en el ministerio de Agricultura, por las inminentes salidas de Diana Guillén (jefa de Gabinete de asesores) y Susana Mirassou (presidenta del INTA).
El flamante funcionario, que por ahora actuará formalmente como asesor del ministro Julián Domínguez, trabajó en el ámbito privado desde 1985, cuando ingresó en el recién nacido semillero Don Mario, la empresa que hoy es líder en su rubro en Sudamérica, mientras se consolida en Estados Unidos e incursiona en China, entre una veintena de países.
Con su incorporación de San Martín, en el ministerio de Agricultura se ratifica la tendencia de nuevos funcionarios con formación en el sector privado o de otros partidos políticos, como son los casos de Matías Lestani, ex coordinador económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Luis Contigiani, ex ministro y diputado del Frente Progresista santafesino, que ayer fueron oficializados como secretarios de Agricultura y de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, respectivamente.
Ingeniero agrónomo nacido en Chacabuco, la misma ciudad de la que es oriundo Domínguez, San Martín se recibió en la Universidad de Luján, y desplegó una trayectoria de 35 años en continuo crecimiento profesional en el actual Grupo Don Mario.
De monitoreador de plagas como estudiante que cumplía pasante en los veranos, pasó a ser un asesor técnico comercial que recorrió todo el país en la etapa de gran expansión de la soja en nuestro país. En 2005 fue designado gerente comercial y en 2010 director de negocios de Latinoamérica Sur.
Se retiró de allí en diciembre de 2020 y hace un año comenzó un nuevo desafío como director técnico comercial en Kumagro, otra empresa semillera.
Por qué aceptó el cargo público
San Martín conversó con Domínguez en varias oportunidades en las últimas semanas, y si bien estaba muy cómodo en su nuevo trabajo, decidió dar el golpe de timón cuando el ministro lo convenció de que es “el momento de hacer desde el Estado”.
El flamante funcionario acarrea la insatisfacción de décadas en relación a la vigente ley sobre semillas, -de 1973, cuando la soja era casi una curiosidad botánica en la Argentina- que no reconoce adecuadamente a los obtentores y multiplicadores de semillas, tanto nacionales como extranjeros. Por eso, su desafío es actualizar el marco normativo para que los desarrolladores de semillas cuenten con las reglas claras y previsibles para competir y ofrecer mejores materiales y variedades en genética y biotecnología, para reducir costos, aumentar los rindes, y mejorar el control de malezas, enfermedades y plagas.
Mauricio Bártoli
Clarín