Se detuvo la mejora de la confianza por temor a más intervenciones en el sector.

La recuperación de la confianza de los productores, que se venía observando en los últimos meses, se detuvo en enero pasado. Además, tras la reciente intervención del Gobierno en el mercado de maíz y las renovadas amenazas como las que hizo el presidente Alberto Fernández con más retenciones o cupos para exportar, un 65% de los productores está seguro o cree probable que habrá más trabas para la actividad.

Todo esto se desprende de un relevamiento del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, que elabora indicadores para medir lo que ocurre en el campo.

La casa de estudios construye lo que denomina el Ag Barometer Austral con encuestas a 400 productores que tienen un valor bruto de la producción igual o mayor a US$200.000. Considera las respuestas con un valor neutro de 100. Por debajo de ese número significa que las percepciones negativas superan a las positivas. En tanto, por encima de ello son las positivas las que prevalecen.

Al respecto, el AgBarometer de enero último dio 79, prácticamente sin cambios respecto de los 78 de noviembre de 2020. “El índice se muestra sin variaciones frente a la medición previa, aunque muestra una mejora de casi 52% interanual, sobre un índice que aún se mostraba muy cerca del piso luego de las elecciones presidenciales 2019”, precisa el trabajo.

El reporte alerta: “Los productores temen que a corto plazo aumenten las retenciones y se fijen cupos a la exportación lo que generaría un impacto negativo sobre los precios y la rentabilidad”.

De acuerdo al Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, “luego de ciertos comentarios del oficialismo que dieron lugar a especulaciones sobre intervenciones en los mercados, el 25% de los productores manifiesta estar seguro de que habrá intervenciones que limiten la exportación de alimentos y el 40% ve probable que existan dichas intervenciones”.

Para destacar, se señala que las expectativas de una mejora en la rentabilidad por la suba de los precios de los granos “no se traduce en una mejora en el sentimiento de confianza debido a la incertidumbre que enfrentan los productores en términos de políticas dirigidas al sector”.

Cuando se pregunta sobre las decisiones de venta de la cosecha, ahí se observa que no hay un gran apuro por vender la producción del ciclo 2020/2021. “Es muy bajo el porcentaje de cosecha gruesa que ya tiene precio fijado. Aproximadamente el 70% de los productores afirma que aún no fijó ningún tipo de precio en soja, y el 66% en el caso del maíz”, indica.

Respecto del Índice de Condiciones Presentes, que de acuerdo a la institución considera la situación financiera actual versus un año atrás y la oportunidad para hacer inversiones en activos fijos, ese indicador fue en enero último de 78, un 2,6% de incremento respecto de la medición de noviembre de 2020.

Sobre las inversiones, en noviembre pasado un 57% de los productores consideraban que era un mal momento para invertir. Ahora ese indicador saltó a 59%.

En tanto, cuando se pone el foco más en el largo plazo, en ese caso se ve un freno. En rigor, el Índice de Expectativas Futuras, que mide el escenario para la propia empresa y el sector en un horizonte de 1 y 5 años, dio 80, igual que en noviembre del año pasado. En cambio, si se lo compara versus un año atrás está un 43% arriba.

Según se desprende del trabajo, ante las posibles trabas para exportar, los productores piensan en cómo transformar el grano en otros productos, como carnes.

“Los productores ya comienzan a pensar estrategias que mejoren la rentabilidad ante posibles caídas en los precios de los granos como resultado del aumento de retenciones o cupos de exportación. Puntualmente para el caso del maíz, 39% de los productores manifiesta que seguirá vendiendo el maíz sin transformar, mientras que un 50% de los encuestados considera estrategias de transformación local de la producción”.

Fernando Bertello
La Nacion