18/08/2021 – Desde el Senasa dieron a conocer cifras del avance del programa contra la brucelosis bovina en el Centro del país, que contrastan con el poco avance que tuvo en la Mesopotamia y el Norte. Los productores continúan alegando que el plan no contempla las realidades de la zona, y trabajan en una propuesta “local” superadora.
El Plan Nacional de Control y Erradicación de la Brucelosis Bovina que impulsa el Senasa volvió a generar algunas controversias en los últimos días. A raíz de un informe del organismo sanitario nacional sobre el avance del plan, y un comunicado en el que manifestaban su sorpresa por el rechazo al programa por parte de los productores de Entre Ríos, volvieron las críticas al proyecto, que en la provincia de Corrientes tiene una adhesión muy baja.
La semana pasada desde el Senasa informaron que el 70% de los productores de las principales provincias ganaderas cumplieron con la Determinación Obligatoria de Estatus Sanitario (Does), un sangrado para evaluar la situación de cada establecimiento que establece el Plan Nacional contra la Brucelosis.
Luego, mediante un comunicado también manifestaron su “sorpresa” por el rechazo de los productores entrerrianos al programa, alegando que en el año 2019, cuando fue implementado mediante la Resolución 67/2019, las entidades del campo e incluso el entonces secretario de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, estuvieron de acuerdo con el plan.
“Eso no es verdadero porque en 2019 rechazábamos aún más que ahora el programa”, aseguró Claudio Álvarez Daneri, presidente de la Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fucofa) de Entre Ríos. En este sentido, el proyecto original establecía que la Does sea sobre el total de los animales susceptibles a la brucelosis de cada establecimiento, y este año el Senasa decidió “flexibilizar” ese diagnóstico.
De todas maneras, desde el sector ganadero de la Mesopotamia y el Norte argentino persisten con el rechazo al programa, dado que consideran que no es aplicable en algunas realidades puntuales, como en el sector de los pequeños ganaderos de hasta 100 cabezas, que comprenden nada más y nada menos que el 80% de los productores en provincias como Corrientes, Entre Ríos y el Chaco.
En este sentido, cabe recordar que a principios de este año las entidades ganaderas de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Santiago del Estero, habían firmado una nota de rechazo al programa, que fue elevada al Senasa. En paralelo, las comisiones provinciales de sanidad animal de Corrientes y Entre Ríos –al menos esas dos provincias- comenzaron a trabajar en un proyecto propio, que contemple las realidades de cada provincia.
“Nosotros tenemos reunión de Coprosa (Comisión Provincial de Sanidad Animal) en los próximos días y vamos a ver si podemos avanzar en este plan que consideramos superador, porque se asemeja a la realidad de la ganadería de Corrientes”, señaló Ignacio Martínez Álvarez, presidente de la Fundación Correntina para la Sanidad Animal (Fucosa).
En este sentido, cabe señalar que la Coprosa de Corrientes mantiene este tema en agenda desde hace varios meses, e incluso había participado de algunas reuniones la directora nacional de Sanidad Animal del Senasa, Ximena Melón, con quien en principio se había llegado a algunos acuerdos que luego los dirigentes correntinos manifestaron que no fueron reflejados en los instrumentos legales que emitió el organismo nacional.
Por lo pronto, si bien el Senasa habló en estos días de un avance de hasta el 70% de la Does en algunas provincias, en Corrientes es mínimo el número de establecimientos que realizaron el sangrado inicial a las categorías susceptibles del rodeo. “Yo creo que no llega al 5% de los campos que hicieron el diagnóstico inicial en Corrientes”, señaló Martínez Álvarez, quien además explicó que el costo por animal para ese sangrado es significativo para el productor: “Estamos hablando de entre $300 y $400 por animal, entre el honorario del profesional y el estudio de laboratorio”, sostuvo el titular de la Fucosa.
El Litoral