18/02/2022 – De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro, «el año pasado a esta altura de febrero (11/2/2021) se estimaba para la oleaginosa 38,5 qq/ha, pero el final de febrero fue seco y cayó 7,4 qq/ha, terminando en 31,1 qq/ha de promedio».
Ahora se estima 31,8 qq/ha para la soja de la región núcleo 2021/22, pero ese número no fue ajustado en los últimos 7 días, esperando lluvias importantes que detengan la caída. Pero no han aparecido. Lo que hubo fueron algunos milímetros, 5 a 15 mm para el este de la región, y de 15 a 30 para el oeste. Las lluvias fueron más desparejas y menos importantes de lo que se preveían.
Y para la semana siguiente se esperan lluvias y tormentas puntuales sobre parte del área: lluvias que serán dispersas y de bajo volumen. “Los pronósticos no son favorables en cuanto a provisión generalizada de agua hasta el comienzo de la última semana del mes”, indica José Luis Aiello, Dr. en Cs. Atmosféricas. Lamentablemente, en este escenario, la soja de la región núcleo tiene muchas chances de terminar con rindes por debajo de la 2017/18, cuando promedió solo 29 qq/ha.
45% de la soja de 1ra regular a mala cuando el 85% ya está en llenado de granos
Hay cuatro indicadores de mal presagio para la soja:
1-Lo que llovió en la semana no cambio que el 60% de la región núcleo siga en escasez y sequía.
2-El 85% está llenando granos (entre R5 y R6) y el resto está formando chauchas (entre R3 y R4).
3- El 45% de la soja de primera está en condiciones regular a mala (mala 7%, regular 38%, buena 45% y muy buena 15%).
4-No hay lluvias importantes a la vista para la próxima semana.
La ausencia de lluvias importantes de las últimas tres semanas en pleno periodo crítico de la oleaginosa de primera sigue bajando los rindes esperados. En las zonas más complicadas por la escasez hídrica, el llenado de granos está muy comprometido. En el sur-este santafesino, como en Bombal, se necesitan entre 40 a 50 mm para completarlo. Allí los promedios irían entre 20 a 35 qq/ha.
En Pergamino, el llenado de granos no está asegurado y podría haber una gran variabilidad de rindes según las lluvias recibidas. En Marcos Juárez los rindes estarán muy por debajo del año anterior. En zonas con mejores reservas de agua los rindes podrían hasta superar los 40 qq/ha, como en Gral. Villegas, en el noroeste bonaerense Gral. Villegas y Carlos Pellegrini y El Trébol, en el centro-sur santafesino.
También el 45% de la soja de segunda de la región está regular a malo
«El 80% de los lotes están formando las chauchas (entre R3 y R4), hay un 12% que aún está en floración (R2) y un 8% más adelantado comenzando a llenar los granos (R5)«, destaca el último informe de la Guía Estratégica del Agro.
En el centro-sur santafesino se necita más de 50 mm para sobrellevar el periodo crítico. Los lotes que vienen de trigos con altos rendimientos están al borde de darse por perdidos. Hacia el sudeste provincial, por la falta de pronósticos de lluvia estiman que muchos lotes quedaran sin cosechar.
La contracara, son las zonas con mejores condiciones hídricas, como el noroeste bonaerense y un sector del centro-sur santafesino, que esperan que los rindes alcancen a los de primera.
40 qq/ha en maíz temprano para el 15% de cosecha de la región
Según el último informe de la Guía Estratégica para el Agro, la primera sorpresa es que los rindes son más bajos que los estimados, si bien se tratan de lotes muy afectados, y la segunda es que se adelantó treinta días la cosecha respecto de hace un año.
Malas señales que indican que los 85 qq/ha de promedio estimados para la región, casi 15% menos del rinde 2020/21, tendrán que ser ajustados a la baja. Falta mucho por cosechar, y lo que viene es mejor y hay áreas que han quedado a salvo del gran daño ambiental que sufrió la región, pero los resultados son muy bajos. Esta campaña, a causa del severo estrés termo-hídrico que sufrieron los cuadros tempranos en pleno período crítico, el ciclo se acortó y la cosecha ya revela niveles de daño.
Los primeros rindes recolectados pertenecen al centro norte de la región GEA, él área más afectada por la falta de agua durante todo el ciclo del cereal. En Cañada Rosquín el avance es del 20%, con resultados magros de 30 a 50 qq/ha. Si bien hay lotes mejores los técnicos advierten que la media del área será muy pobre: “si logramos un promedio de 60 qq/ha damos por satisfechos. Respecto al año pasado, la caída es de un 45%”.
Los asesores comentan que continuarán cosechando aun con humedades mayores al límite de comercialización para minimizar las pérdidas por vuelco. En Carcarañá comenzaron por los lotes que estaban más arrebatados por el calor y la falta de agua, y obtuvieron 70 qq/ha, mientras que, en Casilda, lotes con similares, características rindieron apenas 30 qq/ha. En Marcos Juárez aún falta una semana para que se enciendan los motores, y estiman que alcanzarían los 100 qq/ha, lo cual sería un 15% menor que la campaña pasada.
En Carlos Pellegrini esperan similares productividades. Mientras que en Wheelwright y Colón, advierten un panorama muy complejo: “el grueso de los maíces estará en los 30 a 50 qq/ha”. También aclaran que desde Hughes hacia el oeste la situación cambia y mejora. “En Venado Tuerto esperan un cosechón”.
¿El trigo comenzará bajo la sombra de “La Niña”?
«La última corrección la NOAA vuelve a correr hacia adelante los efectos de La Niña y ya se solapan con la fecha de siembra triguera argentina», afirma el último informe de la Guía Estratégica del Agro.
Elorriaga lo explica diciendo que: “la Noaa acaba de publicar una nueva corrección de las proyecciones, que extiende la presencia del evento Niña con una probabilidad del 77 % hasta marzo / mayo de 2022 y una transición a la neutralidad, con un 56 % de probabilidad, durante mayo / julio 2022.
«Esto es un grave problema para el trigo 2022/23 porque así menos chances de que las recargas del otoño reviertan la falta de agua del final de la gruesa 2021/22. Al afectar negativamente las condiciones de siembra del trigo, puede ser otro factor de ajuste de área», agregaron los especialistas.
Elorriaga también explica que el problema del próximo año productivo de Argentina es que “si bien es prematuro tratar de definir cuál será el comportamiento de los forzantes de escala planetaria de cara al invierno en Argentina, algo es seguro: con los indicadores actuales podemos descartar por completo un evento NIÑO para la campaña 2022/23. Esa es la única condición que podría compensar favorablemente el efecto negativo ejercido sobre los cultivos por estas dos Niñas consecutivas”.
BCR News