En una asamblea en Quenumá, en el partido de Salliqueló, se declararon “en estado de alerta” por la situación del sector.
Tamberos del partido bonaerense de Salliqueló y la región se declararon en “estado de alerta” en rechazo de cualquier posible intervención sobre la actividad y en reclamo frente a diversas dificultades.
En una asamblea realizada en Quenumá, los productores expresaron su preocupación por “diferentes factores que ponen en peligro la actividad”.
Entre otros puntos, alertaron sobre la “enorme carga fiscal del 35 y hasta el 40 por ciento sobre los lácteos en góndola”. Además, se quejaron de la “diferencia cambiaria y las retenciones a la exportación”.
También advirtieron por “la muy mala performance de los bancos públicos y las tasas altísimas que imposibilitan el acceso al crédito”.
“Últimamente se ha profundizado la intervención estatal, que con el afán de disimular la muy deficiente gestión económica ponen topes a los precios pero sin resignar nada de la abultada carga fiscal. Y abre, además, la posibilidad a algunos viejos y conocidos sectores a aprovechar la situación en detrimento del último eslabón de la cadena”, precisaron.
Para los productores, hay desaparición de tamberos y daño severamente al tejido social de los pueblos del interior productivo. A modo de ejemplo, en Quenumá en los últimos 20 años cerraron 15 pequeños tambos.
En la reunión los productores le pidieron a la Asociación Rural de Salliqueló y a otras entidades “la firme intervención gremial en la continuación de las distintas asambleas”.
Los tamberos vienen alertando por una suba de los costos y por ello entienden que, si las empresas no les aumentan porque el Gobierno no las deja por los programas de precios cuidados, su situación económica empeorará.
El año pasado, la producción se ubicó en 11.113 millones de litros, una suba del 7,4% versus 2019. Hubo exportaciones por 372.900 toneladas equivalentes a US$1139 millones.
La Nacion