04/11/2021 – En Corrientes, la modalidad holística propicia la captura de carbono y nitrógeno en el suelo, y la reducción de las emisiones de metano de los animales.
Frente al desafío del calentamiento global y, en ese marco, las críticas a la ganadería bovina por las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), estudios a campo realizados en Corrientes evidencian que el manejo del pastoreo puede aportar a la mitigación del cambio climático.
En este contexto, la empresa Rincón de Corrientes SA, localizada en el departamento correntino de Concepción, inició el proceso para certificar y emitir créditos de carbono comercializables. Según publicó la revista Crea, para entender cómo logró llegar hasta acá, es preciso entender el proceso que atravesó, ya que una década atrás los establecimientos de la firma, que en conjunto suman unas 60.000 hectáreas, contaban con un manejo tradicional.
“Hasta ahora son todas buenas noticias”, destaca el doctor en Ciencias Agrarias DItmar Kurtz, especialista que en la Estancia Rincón, que está aplicando un manejo que denomina holístico, como superación del pastoreo continuo. «Buscando aprovechar de forma eficiente el pasto producido naturalmente».
Por cierto, el pastoreo manejado adecuadamente, con rotación de potreros, acotados en un menor tamaño, con mayor cantidad de animales por superficie, facilita la captura de carbono y nitrógeno en el suelo, redistribuye y aumenta el fósforo disponible, a la par de favorecer la producción de pastos nutritivos que ingresados en el rumen producen menos metano.
“En el sistema holístico, lo que no se come, queda incorporado en el suelo por el pisoteo. Y los perfiles edáficos mejoran notablemente: no se modificó la densidad aparente del suelo, o sea que no se aplasta por la mayor cantidad de animales y la presión de las pezuñas”, explicó el especialista.
Por su parte, Santiago Angelillo, gerente de Producción de la empresa afirmó “Desde lo productivo, el hecho de producir más pasto por darle tiempo de recuperación suficiente a los pastizales, permite aumentar la carga y gracias a eso se pueden producir más terneros por hectárea, incluso con mermas menores porque los controles, al estar sectorizados en un espacio más limitado, son más eficientes”.
La superficie con manejo holístico fue creciendo año tras año y actualmente se extiende en más de 12.000 hectáreas, donde se planifica el pastoreo en octubre y abril, con participación del personal técnico y de campo.
La producción individual resultó afectada negativamente en algunos años debido a la mayor proporción de material fibroso en la dieta, pero ese problema se revirtió mediante el uso de bloques proteico-minerales y el empleo generalizado del destete precoz. Tanto la producción como el margen bruto por hectárea aumentaron significativamente en el sector gestionado con manejo holístico.
Carbono orgánico y comercializable
En teoría, el sistema estaba acumulando carbono orgánico. Pero resultaba necesario validar científicamente esa premisa. Fue así que contactaron al investigador del Inta Corrientes, Ditmar Bernardo Kurtz, para que investigara el impacto del manejo holístico en las propiedades físico-químicas del suelo.
La introducción del manejo holístico, además de todos los beneficios generados, permitió compensar con creces la reducción de los niveles de carga registrados en esos campos. Así, Kurtz, junto a su equipo de investigadores, evaluaron en 2018 la situación –en condiciones ambientales equivalentes– del campo natural con pastoreo continuo tradicional y con manejo holístico con dos y cuatro años de antigüedad.
En la nueva modalidad, «el animal está condicionado a comer más rápido en una superficie más chica y en definitiva la distribución de la bosta es más homogénea en cada parcela. Esto es muy importante en esta región porque los suelos son muy deficientes en fósforo y vimos que al mejorar la distribución de la bosta, este nutriente se duplicó en los potreros donde se está usando este sistema”.
Todos los tratamientos se localizaron en pastizales naturales de similar composición florística, caracterizado por paja colorada (Andropogon lateralis) y Rhynchospora tenuis, acompañadas por Axonopus sp. y Paspalum notatum. En general, estos pastizales presentan una productividad promedio de 4.000 kg de materia seca por hectárea por año y son de los más productivos de Corrientes, debido a la acción de una capa de agua no salina cerca de la superficie, por lo que prácticamente no sufren déficits hídricos.
La comparación de los suelos bajo campo natural con manejo de pastoreo continuo tradicional y el suelo bajo campo natural con manejo de planificación holística. Las muestras de suelo fueron tomadas a campo y luego procesadas y analizadas en el laboratorio de Suelos, Aguas y Vegetales perteneciente al Grupo de Recursos Naturales del INTA Corrientes. Se analizó pH, conductividad eléctrica, densidad aparente, estabilidad estructural, contenido de fósforo disponible, de carbono total y de nitrógeno total. Se calculó el stock de carbono utilizando la densidad aparente.
Por último, en relación a que los pastos nutritivos tienen como efecto la emisión de menos metano, Kurtz detalló que “cuando el animal come pasto más maduro, pasado, tarda más en digerirse, las bacterias trabajan más tiempo en el rumen y entonces se libera más metano. En cambio, si el pasto es más fresco, más verde y más nutritivo, pasa más rápido, se absorbe mejor y los animales liberan menor cantidad de Gases de Efecto invernadero, según coincide la bibliografía nacional e internacional sobre el tema”.
“La metodología también permite generar más producción y riqueza por unidad de superficie trabajada, algo esencial frente al aumento poblacional, además de promover el desarrollo social y personal de las personas que trabajan en la empresa, porque su involucramiento es indispensable para el sistema funcione”, concluyó.
BCR News